Crédito columna: Darío Muñoz, economista
Cuando hago uso de la palabra “cáncer” me refiero a que la tributación es una mentira que nos están queriendo vender como algo bueno, una enfermedad que va ganando terreno en la sociedad paraguaya y amenaza la supervivencia de la economía paraguaya.
Me refiero a que la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) es un ente que fue diseñado para sacar al agente productivo de la sociedad, para cometer un acto criminal: la tributación.
La tributación es un robo no muy diferente a lo que hacen los “motochorros”, porque el Estado literalmente hace uso de la fuerza para obligarte, en contra de tu voluntad, a pagar por bienes y servicios que el contribuyente por lo general no está de acuerdo y que solo benefician a la corporación política.
La tributación es un acto inmoral porque el contribuyente no tiene derecho a abstenerse si no está conforme con los servicios que el Estado le obliga a pagar y porque el dinero recaudado solo sirve para engordar la billetera de la corporación política.
Pedro Fadul, ex-candidato a presidente: “Estoy harto de una burocracia voraz insaciable que brinda pésimos servicios. Lo bueno es que siento que la gente también se va hartando y siento que está como el agua caliente para un buen mate: a punto de ebullición. Algo puede llegar a pasar, cualquier chispa, como la grosería de la tributación y el decreto IRP, puede hacer que explote el hartazgo ciudadano”.
Son dos las razones por la cual la tributación es un robo.
La primera es porque los tributos solo van a parar en las niñeras de oro, prebendariosy demás tipos de corrupción. Nadie, pero absolutamente nadie puede garantizar que el dinero recaudado sea invertido eficientemente como para generar el retorno deseado.
Esto no solo depende del político de turno, el diputado, senador o ministro. Depende más de un mal que muy pocas veces criticamos: los burócratas sindicalistas, prebendarios, o como los quieras llamar.
La corporación política está compuesta por diferentes actores, entre ellos los burócratas, los sindicalistas, los prebendarios que gozan de igual o más poder que los propios líderes políticos, una combinación perfectamenteletal.
Es absurdo creer que la separación de los tres poderes del Estado sirve para garantizar la eficiencia de la administración pública. Nadie puede garantizar que el Estado invierta eficientemente el dinero del contribuyente. Hecha la ley, hecha la trampa.
Alfredo Jaeggli, ex-senador: “Nos roban nuestras difíciles ganancias gracias a leyes populistas para gastarlas en prebendas y agrandar el gasto para que les voten”.
Dicho esto, para la segunda razón asumamos la utópica idea de que el Estado puede invertir el dinero recaudado eficientemente y generar un retorno “positivo”.
¿El Estado puede saber lo que más le conviene al contribuyente? No.
Debido a que vivimos en un mundo de valoraciones subjetivas donde cada ser humano tiene deseos, prioridades y necesidades diferentes, el Estado no puede saber que es lo mejor para cada ser humano. Esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿qué pasa si un contribuyente no está de acuerdo en lo que va a ser invertido su dinero? ¿Tiene derecho a abstenerse? No.
Como contribuyentes no tenemos el derecho a abstenernos si no estamos conformes en los bienes y servicios que el Estado nos obliga a pagar.
Ayn Rand, filósofa: “Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado, otra persona trabajó por ello, pero sin recibirlo. El gobierno no puede entregar nada a nadie, si antes no se lo ha quitado a otra persona. Cuando el 50% de las personas llega a la conclusión de que no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando la otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, ese… es el fin de cualquier nación”.
La SET es un cáncer económico que va tomando fuerza a través de los años. “Formalizando” y “recaudando” más con los años va enfermando a todo el sector productivo del país financiando los festivales populistas y prebendarios a lo largo y ancho del Paraguay.
Este cáncer nos explota y nos oprime, nos vuelve esclavos tributarios de la corporación política.
¿Por qué? Los “profesionales” que integran la SET y el Ministerio de Hacienda por lo general militan en escuelas de pensamiento económico estatistas y socialistas sin mucha diferencia entre sí.Estos “profesionales” dicen que recaudar con impuestos es algo “bueno”, claro, para ellos.
Porque ellos, son aliados de la corporación política. Esto no es algo extraordinario, ya que en Paraguay desde la independencia hasta hoy en día reinaron las escuelas de pensamiento estatistas y socialistas que glorifican al Estado como actor principal cuando en realidad no lo es. El actor principal del desarrollo económico es el emprendedor y no el gobierno.
El gobierno es un simple complemento, algo secundario. Como dijo Ronald Reagan una vez: “El gobierno no es la solución a nuestros problemas, el gobierno es el problema”. El Estado no genera desarrollo económico, no porque no quiera, sino porque simplemente no puede.
Pero, hoy querido contribuyente te digo que existen escuelas de pensamientos económicas que dicen que la tributación es un acto inmoral porque es una traba al emprendedurismo, a la iniciativa privada de actores productivos en la sociedad.
Debido a que el emprendedurismo es la única manera de generar desarrollo económico y fuentes reales de trabajo que tanto necesitamos, la SET es el mayor enemigo del emprendedurismo, y por ende del desarrollo económico.
Pero esto no es solo una simple opinión. Existen tanques de pensamiento como el Instituto CATO que promueven el libre mercado donde el hombre de negocios es el actor principal en el desarrollo económico, así como también las escuelas de pensamiento de Chicago y la Escuela Austriaca de pensamiento económico que proveen evidencia del porqué la interferencia (tributación, deuda pública, regulaciones, etc.) del gobierno dentro de la economía causa daños y no beneficios.
Cuando el Estado mete su mano en la economía causa daños porque la burocracia y los impuestos son problemas creados por los gobiernos para venderte la solución.Un negocio redondo para la corporación política, y la SET es el arma mortal de la corporación política que con la excusa de “formalizar” y “recaudar” estos santos van a traer el desarrollo económico.
Sin embargo, los datos muestran otra cosa. El Estado avanzó a pasos de gigantes sin ningún resultado, lo cual solo refleja su ineficiencia y del porqué no tenemos que permitirles que saquen más dinero de nuestro bolsillo para engordar el de ellos. Sin más vuelta que dar miremos los datos oficiales reportados por el Ministerio de Hacienda.
Milton Friedman, premio Nobel de Economía: “Estoy a favor de la reducción de impuestos en cualquier circunstancia, y por cualquier excusa, por cualquier razón, en cualquier momento en que sea posible”.
En el primer gráfico podemos observar cómo los gastos de ambas cámaras del Congreso Nacional han crecido de una manera simplemente increíble. Una bofetada al contribuyente, pero recordemos que esto representa una parte casi insignificante del Presupuesto General de la Nación (PGN).
De a poco podemos ver cómo los fondos para las distintas gobernaciones van creciendo de una manera desagradable. Lo lamentable es que todavía existen políticos que tienen la caradurez de decir que van a velar por “nuestros” intereses, lo cual es patético. Demos un paso más y miremos otras cifras del Poder Ejecutivo.
Este gráfico es la máxima expresión de la ineficiencia, la evidencia del porqué tenemos que decirle basta al avance de la tributación, ya que ésta es la única manera de dejar de financiar la fiesta populista y generar desarrollo económico.
En este gráfico podemos apreciar cómo los gastos solo aumentan con el tiempo, pero pregúntese querido lector: ¿Usted ve mejoras en la administración pública? ¿Ve mejorar con el tiempo la calidad de los servicios públicos? ¿Es el problema la falta de recursos o la pésima administración de estos? ¿Puede el Estado ser eficiente administrando el dinero del contribuyente siendo que varias administraciones de distintos partidos y corriente políticas ya han pasado por los poderes del Estado? Probablemente su respuesta sea que no.
En el gráfico podemos ver cómo el crecimiento de la población (axis derecho) se va desacelerando con el tiempo, podemos ver una caída drástica de la tasa de crecimiento en la población desde 1992 hasta el 2015.
Por el otro lado, podemos apreciar cómo a partir del 2003 el gasto público (axis izquierdo) crece de una manera grotesca. Podemos observar cómo el gasto público crece más rápido que la población presionando cada vez más al individuo paraguayo.
En este gráfico podemos ver cómo la corporación política sigue gastando el dinero del contribuyente para su propio beneficio. Claro, ellos gastan en nombre del “progreso” donde ellos progresan y nosotros los contribuyentes tenemos cada vez menos dinero en el bolsillo.
Si esto no es suficiente para convencerte de que el Estado debería administrar menos dinero y no “más” dinero, y del porqué la tributación es algo muy malo. Veamos cómo nos mienten, una vez más en los objetivos estratégicos presentados por Haciendo en su página web.
Pasamos de un gasto público per cápita de G. 276.683 en 1992 a G. 411.252 en el 2015, un crecimiento simplemente desagradable que debería causar nauseas a cualquiera que mire estos datos. Los números no mienten, reflejan la ineficiencia y demuestran con el tiempo cómo nos volvemos esclavos tributarios de la corporación política.
Milton Friedman, premio Nobel de Economía: “Tenemos un sistema que cobra cada vez más impuestos al que trabaja y subsidia al que no trabaja”.
¿Puede alguien explicarme cómo el Ministerio de Hacienda puede contribuir a “mejorar la calidad del gasto público” cuando éste fue el ente que más creció en los últimos años?
Querido lector ¿puede usted creer que alguna vez este Ministerio podrá “optimizar” el rendimiento de los recursos? Pero fíjense cómo el objetivo estratégico reportado por Hacienda ya nos miente de una manera increíble: “Contribución al incremento de la inversión privada”.
¿Cómo puede contribuir Hacienda al sector privado cuando lo único que hace es poner más regulaciones para la actividad privada y económica, más impuestos, más controles de precios, más problemas para después venderte la solución?
Lo peor de todo es que quieren seguir vendiéndonos la idea de que tributar es algo “bueno” y descaradamente nos comunican sin filtro que nos van a seguir sacando dinero sin piedad. Podría pasarme horas y horas desmintiendo cada uno de estos puntos, pero creo que es evidente la gravedad de la situación.
Lo más preocupante de esta enfermedad económica, la SET, es que ésta se vuelve más rigurosa en uno de las situaciones más delicadas de la historia económica mundial desde 1930.
La situación económica es crítica y preocupante, la SET no pudo haber elegido peor momento para volverse más peligrosa. Un cáncer que amenaza tumbar al Paraguay y ponerlo de rodillas combinado ante una posible crisis económica internacional.
La situación es preocupante porque el aumento de la tributación y regulaciones son contraccionarias a la economía y si sumamos esto a la terrible caída en el consumo del 2016, solo Dios sabe dónde podremos terminar.
Ayn Rand, filósofa: “Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no los protegen contra ellos, si no, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio; entonces podrá afirmar sin temor a equivocarse que su sociedad está condenada”.
LA SOLUCIÓN
La SET es el enemigo del hombre de negocios, y amigo de la corporación política. Lo simpático es que nosotros somos los que tenemos que adaptarnos a ellos siendo que somos nosotros los que les pagamos el sueldo.
Esto no debería de ser así, ellos deberían de adaptarse al sector privado y no el sector privado a la SET. No tiene sentido pagar para ser un esclavo, hay algo que no está bien.
No tenemos por qué rendirles cuenta a ellos, el sector privado no le debe absolutamente nada al Estado. Estamos perdiendo el tiempo donde el sector privado está financiando gastos operativos innecesarios solo para cumplir los requisitos de la SET sin retorno alguno para el sector privado, en vez de usar estos recursos para invertir y generar fuentes de trabajo, y todo por el capricho de la corporación política, lamentable.
Existe una fuerte correlación negativa entre la presión tributaria y el crecimiento del PIB per cápita, grandes economistas alrededor del mundo han proveído evidencia en diferentes estudios econométricos.
También, puede ver mis artículos anteriores como “La inmoralidad de los impuestos en Paraguay” donde muestro los resultados de mi propio estudio y figura los graves efectos negativos que tiene la tributación en el desarrollo económico.
Además, la economía paraguaya viene desacelerándose ya hace un tiempo, subir los impuestos tendrá un efecto contraccionario. Por ende, la vía correcta ante esta posible crisis internacional sería destrabar la economía paraguaya y volverla más dinámica.
¿Cómo? con menos impuestos, menos regulaciones en las importaciones y exportaciones, sacando los controles de precios como la ley de tarjetas de crédito, menos burocracia para emprender y más libre mercado.
Tenemos que parar este cáncer económico lo antes posible, porque esto mi querido lector es socialismo puro y duro.También es moralmente correcto hacerlo porque nadie, ni si quiera el Estado paraguayo tiene derecho a sacarte el fruto de tu esfuerzo, tu ingreso. La inversión privada crea una demanda real de trabajo que podrá ayudar a millones de pobres en Paraguay a salir de la pobreza.
El emprendedurismo no solo es económicamente razonable, si no, que también es moralmente correcto. La solución a este cáncer económico es el libre mercado, porque el libre mercado es la clave para el futuro del Paraguay, si el Paraguay ha de tener un futuro.