Recuperación de la economía no llega al bolsillo de la gente

A pesar del “rebote” económico, las condiciones de vida del habitante promedio no mejorarían significativamente en 2021, según un reporte de Banco Basa.

La pandemia de coronavirus tuvo enormes costos sociales. En América Latina la pobreza y la pobreza extrema alcanzaron en 2020 niveles no registrados en los últimos 12 y 20 años, respectivamente. Igualmente, se observó un empeoramiento de los índices de desigualdad en la región.

Todo ello pese a las medidas de protección social de emergencia que los diferentes gobiernos adoptaron para contrarrestarla.

En Paraguay, la incidencia de la pobreza total se incrementó 3,4 puntos porcentuales en 2020, pasando del 23,5% en 2019 al 26,9%. Por su parte, la pobreza extrema se mantuvo en niveles similares, con una cifra del 4%, frente al 3,9% de 2019.

Al menos tres factores conspiran contra una mejora expresiva de estos indicadores sociales en el corto plazo.

Primero, la recuperación económica en 2021 sigue a dos años consecutivos de recesión económica. Como resultado, el crecimiento promedio del PIB en el periodo 2019–21 alcanza apenas el 1% anual. Esto implica un retroceso del PIB per cápita respecto a 2018. Es decir, el “rebote” económico del 2021 será insuficiente para compensar totalmente el pobre desempeño económico de los dos últimos años.

Segundo, los nuevos puestos de trabajo que están siendo creados son “precarios” y relativamente peor remunerados. Por tanto, la condición de “empleado” en estas circunstancias no garantiza tener ingresos suficientes para cubrir la canasta básica de alimentos y servicios.

Tercero, los programas de transferencias sociales (que según el gobierno de Paraguay ayudaron a evitar que los índices de pobreza suban más) serán recortados y no alcanzarán a sectores de la población que todavía experimentan dificultades para generar ingresos.

Fuente: Banco Basa

© Revista PLUS Researh

Crédito foto: IP Paraguay  

Comentarios