En la foto: Leonore Gewessler, ministra austríaca de Energía y Medio Ambiente.
Viena, 7 oct (EFE).- Austria presentó una denuncia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por la clasificación «verde» de la energía nuclear y el gas, aprobada por el bloque comunitario, informó este viernes el diario Kurier en su edición electrónica.
La demanda se presentó hoy mismo, pocos días antes de terminar el plazo legal el próximo lunes, cumpliéndose así una amenaza que fue repetida por la ministra austríaca de Energía y Medio Ambiente, la ecologista Leonore Gewessler.
Según el diario, la demanda se basa en un informe de expertos internacionales que señalan que la energía atómica no es sostenible.
Austria también considera que el reglamento presentado por la Comisión Europea es legalmente incorrecto, ya que -según se argumenta- esa institución carece de competencias para decisiones políticas de tan largo alcance.
Por último, también se citan fallos de procedimiento, ya que los Estados de la UE habrían tenido poco tiempo para evaluar las medidas.
La nueva clasificación europea de las inversiones consideradas «sostenibles» -llamada formalmente «taxonomía»- incluye las centrales nucleares con permiso de construcción antes de 2045 y las plantas de gas que emitan menos de 270 gramos de CO2 por kilovatio hora hasta 2031 o menos de 100 gramos en el conjunto de su vida útil.
El objetivo de la «taxonomía» era etiquetar aquellas actividades consideradas auténticamente verdes para facilitar que se canalicen inversiones a fines sostenibles en sectores como el energético, la agricultura, el transporte o la industria, pero en la práctica no obliga ni prohíbe invertir en ellas.
Mientras que Francia y algunos países nórdicos respaldaron la clasificación, que entrará en vigor el primero de enero de 2023, otros como Austria, Dinamarca, España y Luxemburgo se opusieron.
Gewessler ha acusado en repetidas ocasiones de que esta clasificación es hacer «un lavado de cara verde» a la energía atómica y el gas natural, que, a su juicio, «son dañinos para el clima y destruyen el futuro de nuestros hijos».
Austria fijó con una ley de rango constitucional la prohibición del uso de la energía nuclear después de que un referendo rechazase en 1978 la apertura de una central atómica ya construida y es uno de los países con los sentimientos antinucleares más arraigados.
La postura de Gewessler, del partido Los Verdes, ha sido respaldada por el conservador Partido Popular austríaco (ÖVP), su socio en la actual coalición de gobierno. EFE