Beirut, 20 jun (EFE).- El expresidente del gigante automovilístico nipón Nissan Carlos Ghosn ha demandado ante un tribunal libanés a su antigua empresa y a varios responsables de la misma por «orquestar» el arresto que sufrió en Japón en 2018, un año antes de huir al Líbano en una espectacular fuga.
La demanda fue presentada ante el Tribunal de Casación, el máximo órgano judicial del Líbano, contra el fabricante de vehículos y una serie de empleados que «orquestaron el arresto» en territorio nipón y que allanaron su domicilio en Beirut para «robar documentos», dijeron hoy a EFE fuentes cercanas a Ghosn.
Según las fuentes, que pidieron el anonimato, las personas que entraron a la casa beirutí del magnate en noviembre de 2018 «eran empleados de Nissan» y no pertenecían a ningún órgano de seguridad ni judicial del Líbano, país del que Ghosn es ciudadano además de Francia y Brasil.
Durante el allanamiento de morada en la capital libanesa, realizado coincidiendo con su arresto en Japón, los asaltantes «robaron documentos que fueron enviados al fiscal japonés», indicaron.
«Las acusaciones que están en la demanda son falsificación de pruebas, violación del domicilio, difamación y violación del secreto profesional, entre otros», agregó la fuente.
Ghosn, prófugo de la justicia de Japón, está acusado de ocultar a las autoridades niponas una serie de compensaciones pactadas con Nissan Motor entre 2011 y 2018 para ser abonadas después de su salida de la empresa por valor de 9.100 millones de yenes o unos 73 millones de euros.
Al considerar que no iba a recibir un juicio justo en territorio nipón, el expresidente del gigante automovilístico protagonizó en 2019 una espectacular fuga al Líbano y desde entonces reside en el país mediterráneo.
Aunque también Francia le requiere para otro proceso legal por presuntas irregularidades financieras, no se espera que las autoridades libanesas extraditen a Ghosn a ninguno de los dos países. EFE