La exportación de productos industrializados, en lugar de exportar solo soja en estado natural, podría generar alrededor de US$ 600 millones más a la economía de Paraguay.
Permitirá la creación de nuevos puestos de trabajo y la posibilidad de avanzar en la cadena de valor de los productos.
En la foto: Sandra Noguera, gerente general de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
Asunción (Paraguay), 28 sep. (PLUS).- Al cierre del mes de julio de 2023, la molienda de oleaginosas en Paraguay alcanzó 1.721.639 toneladas, un incremento del 11% comparado con el mismo periodo del año anterior, pero alrededor de 200.000 toneladas por debajo del promedio de procesamiento de enero a julio en los tres años anteriores al de la sequía de 2022.
“El mes de julio ha cerrado con un menor volumen de industrialización de oleaginosas que el mes inmediatamente anterior, con lo cual ya suman cuatro los meses de caída”, explicó Sandra Noguera, gerente general de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
Por su parte, el procesamiento acumulado de soja en particular, ha llegado a 1.672.370 toneladas una mejora de 10% en la comparación interanual, porcentaje todavía bastante reducido si se considera que la cosecha de esta oleaginosa se ha duplicado con creces en el mismo periodo.
“Este volumen de industrialización significa que el aprovechamiento de la capacidad nominal se ubica en un 61%, mismo nivel al que se había cerrado el pasado mes de junio, pero 2 puntos porcentuales por debajo del promedio de los últimos tres años”, aseguró Sandra Noguera.
El valor de industrialización con el que cerraría el año 2023 es apenas un retorno a la tendencia ya negativa que se viene registrando desde el cierre del 2018, cuando se alcanzó una subutilización de alrededor de un millón de toneladas.
“Para el cierre de 2023, la industria espera procesar menos de 3.000.000 de toneladas de oleaginosas, valor que podría considerarse positivo si se lo compara con el registro del año pasado. El 2022 ha sido claramente el peor año de la historia para la industria aceitera nacional, por lo que esta comparación deja solo una falsa sensación de mejoría”, manifestó la gerente general de Cappro.
POTENCIAL DE LA AGROINDUSTRIA
La exportación de productos industrializados, en lugar de exportar solo soja en estado natural, podría generar alrededor de US$ 600 millones más a la economía de Paraguay; lo que representaría unos US$ 5.466 millones en lugar de US$ 4.885 millones, en las condiciones actuales de precio y producción disponible este año.
Esto, además de la creación de nuevos puestos de trabajo y la posibilidad de avanzar en la cadena de valor de los productos. La agroindustria paraguaya posee gran potencial para ser parte de la transformación que necesita el país.
“El nuevo gobierno se ha comprometido en la creación de 500.000 puestos de trabajo y desde la Cappro estamos seguros que podemos brindar parte de esos empleos, pero para ello necesitamos más oportunidades de crecimiento. Estamos abiertos a dialogar con las nuevas autoridades y a trabajar en aquellas medidas que beneficien al país y a todos los paraguayos”, enfatizó Sandra Noguera.
¿CÓMO PUEDE PARAGUAY MEJORAR SU POSICIÓN REGIONAL Y MUNDIAL?
Gracias a las inversiones y el buen trabajo de toda la cadena de valor de la soja, Paraguay ha podido consolidarse como uno de los más importantes referentes en la producción de esta oleaginosa a escala global.
Pero es importante entender que las diferencias con las grandes potencias que ocupan los primeros lugares en el ranking de mayores procesadores de soja del mundo son significativas en cuanto a capacidad de producción, ya que mientras Brasil (primer lugar) y Estados Unidos (segundo lugar) producen más de 100 millones de toneladas al año, y Argentina (tercero en el ranking) habitualmente produce más de 50 millones de toneladas; Paraguay (sexto) ha llegado a producir -solo en algunos de los últimos años- 10 millones de toneladas o más por campaña agrícola.
En ese sentido, la gerente general de Cappro considera que la principal oportunidad que tiene Paraguay para mejorar su posición a nivel global, reside en ofrecer productos con mayor valor agregado -alimentos y energía de calidad- al mundo, exportando tanto harina como aceite de soja y los diferentes productos que se obtienen a partir de los mismos, como ser balanceados, carnes -principalmente de cerdo y pollo- biocombustibles y otros.
“Paraguay ocupa actualmente el décimo lugar en el ranking mundial de procesamiento de soja, por debajo de países con menor producción como México, Rusia, la Unión Europea e incluso Irán. Si se generaran las condiciones que permitan a las agroindustrias nacionales competir con industrias de otros países que sí cuentan con políticas que apuntan a fomentar el agregado de valor dentro de sus fronteras, la realidad podría ser diferente”, resaltó la ejecutiva.
¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PESOS PESADOS DE LA SOJA EN TIEMPOS DE CRISIS?
En tiempos de crisis y sequías, los pesos pesados de la soja en América del Sur como Paraguay -cuya economía depende en gran medida de la producción de soja y sus derivados- deben protegerse mediante políticas públicas que permitan afrontar imprevistos y riesgos externos.
Cabe recordar que la sequía del 2022 afectó a más del 60% de la producción paraguaya, provocando que las industrias aceiteras nacionales se vean forzadas a parar anticipadamente por falta de materias primas.
“El 2022 es considerado el peor año para nuestras industrias y uno de los más complicados para toda la cadena de valor agrícola. Además, la exportación a través de la hidrovía Paraguay Paraná presentó serias dificultades por las condiciones de navegabilidad”, explicó al respecto Sandra Noguera.
Por su parte, este año 2023 Argentina también enfrenta una situación complicada por la sequía que afectó a su compaña agrícola, registrándose una caída en porcentajes similar a la que se observó en Paraguay en el ejercicio anterior.
Sin embargo -a diferencia de Paraguay- el vecino país cuenta con una herramienta que le permite afrontar de mejor manera crisis como estas. Destaca su esquema de admisión temporaria mediante el cual, importa gran parte de la materia prima agrícola que necesita para alimentar a sus fábricas y seguir generando ingreso de divisas para el país, paliando en cierta medida está situación tan negativa.
Actualmente en Paraguay está vigente un régimen de admisión temporaria para importar materias primas. Sin embargo, la gerente general de Cappro explicó que no está acorde a la naturaleza de las operaciones de la industria aceitera nacional, por lo cual es inviable desde el punto de vista económico, ya que supone realizar más inversiones en infraestructura y logística para mantener separada la soja importada de la que se compra localmente.
“Por dicha razón, desde la Cappro venimos solicitando realizar ajustes al marco normativo para que las agroindustrias paraguayas puedan utilizar esta herramienta que permitirá mejorar la competitividad del sector y asegurar la provisión de materias agrícolas, no solo durante momentos de crisis por dificultades en la producción primaria”, destacó Sandra Noguera.
Según Noguera, este régimen flexible permitirá a las fábricas utilizar toda su capacidad de industrialización, que en la actualidad no está siendo aprovechada.
“Entre el 2019 y 2021 -años con buena cosecha- se procesaron alrededor de 1 millón de toneladas menos de la capacidad instalada por año. Aplicar este régimen, sin suda facilitaría y aseguraría la provisión de materias primas agrícolas durante todo el año y consecuentemente, se obtendría un mayor ingreso de divisas para el país mediante la exportación de productos con mayor valor agregado”, finalizó Sandra Noguera.
En Paraguay está vigente un régimen de admisión temporaria para importar materias primas. Sin embargo, no es acorde a la naturaleza de las operaciones de la industria aceitera nacional.
Se deben realizar ajustes al marco normativo para que las agroindustrias mejoren su competitividad y aseguren la provisión de materias agrícolas no solo en momentos de crisis por dificultades en la producción.
COMPLEJO SOJA EN PARAGUAY
Las exportaciones del complejo soja al cierre del año 2022 generaron divisas por un valor de US$ 2.353,57 millones, una caída de más de US$ 2.000 millones con relación al valor récord que se había conseguido en el 2021, según un reporte de Cappro.
Con este valor, el sector representó el 24% de todo lo generado por las exportaciones de Paraguay, bastante por debajo del 41% que había alcanzado en el 2021 o incluso del 26% que se había conseguido durante la sequía del 2012, todo esto a pesar de que los precios internacionales se mantuvieron relativamente altos.
MOLIENDA DE SOJA, 2023 (millones t)
China: 91,00
EEUU: 60,42
Brasil: 53,25
Argentina: 31,50
Unión Europea: 14,65
India: 9,90
México: 6,50
Rusia: 5,40
Paraguay: 3,00
Irán: 3,00
Tailandia: 2,83
Otros: 31,86
Total mundo: 313,31
(USDA / Cappro)
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