Washington, 26 oct (EFE). – Ford tuvo unos beneficios netos de 4.852 millones de dólares (4.595 millones de euros) en los nueve primeros meses de 2023, tras perder 3.411 millones en el mismo periodo del año anterior, informó este jueves el fabricante estadounidense de automóviles.
Los ingresos de enero a septiembre llegaron a 130.229 millones de dólares, un 14,1% más que en el mismo periodo de 2022.
En el tercer trimestre del año, el beneficio neto fue de 1.199 millones de dólares y los ingresos de 43.801 millones.
Las ganancias ajustadas antes de intereses e impuestos (ebit) crecieron un 19,2% en los nueve primeros meses hasta ascender a 9.363 millones de dólares.
La publicación de los resultados de Ford se produce pocas horas después de que la compañía y el sindicato United Auto Workers (UAW) anunciasen un acuerdo provisional que pone punto final a la huelga que afectaba a varias de sus plantas en EEUU desde el 15 de septiembre.
El director financiero de Ford, John Lawler, cifró en 1.300 millones de dólares el coste de la huelga.
Ford añadió que a consecuencia de la huelga había decidido retirar su previsión de resultados operativos para el conjunto de 2023.
La compañía, que ahora informa de forma separada de los resultados de sus tres segmentos, señaló que Ford Blue, que produce los vehículos con motor de combustión, tuvo unos ingresos de 75.700 millones de dólares de enero a septiembre con un ebit de 6.649 millones.
Por su parte, los ingresos de Ford Model e, dedicada al desarrollo y producción de vehículos eléctricos, ascendieron a 4.300 millones de dólares con unas pérdidas de 3.131 millones.
Finalmente, Ford Pro, centrada en vehículos y servicios comerciales, ingresó 42.700 millones de dólares y su ebit fue de 5.411 millones.
En una conferencia telefónica tras la publicación de los resultados, Lawler reveló que Ford ha decidido retrasar la inversión de 12.000 millones de dólares que estaban destinados a vehículos eléctricos (VE).
«Dado el dinámico ambiente de VE, estamos siendo sensatos sobre nuestra producción y ajustando la capacidad futura para responder mejor a la demanda del mercado», explicó Lawler.
«Por ejemplo, hemos eliminado parte de la producción del Mustang Mach E y también estamos ralentizando algunas inversiones, incluida la decisión tomada junto con (la empresa surcoreana de producción de baterías) SK On de retrasar la segunda planta de baterías Blue Oval en Kentucky», añadió el director financiero de Ford.
A pesar de la decisión de Ford de retrasar inversiones en VE, Jim Farley, consejero delegado de Ford, expresó su «optimismo» sobre el futuro eléctrico de la compañía y el sector.
«Soy optimista porque los clientes son inteligentes y racionales. Para muchos de ellos, los VE son una gran opción», declaró Farley, que añadió que la segunda y tercera generación de VE que Ford está desarrollando son los mejores vehículos que ha visto en toda su vida. EFE