París, 23 ene (EFE).- El fabricante aeronáutico europeo Airbus informó hoy de que ha recibido pedidos para 410 helicópteros el pasado año, lo que supone un incremento próximo al 10% en número respecto a 2022, aunque sigue estando por debajo de los 419 conseguidos en 2021.
En términos netos (descontando las anulaciones), los encargos aumentaron hasta 393 en 2023, después de los 362 de 2022, y fueron de nuevo inferiores a los 414 de 2021, anunció este martes la división de helicópteros del fabricante aeronáutico europeo.
Por lo que se refiere a las entregas, Airbus puso en manos de sus clientes 346 helicópteros, lo que supone un ligero aumento comparados con los 344 del ejercicio inmediatamente anterior y con los 338 del precedente.
La empresa destacó que, con los datos preliminares, acaparó una cuota del 54% en el mercado civil y parapúblico. El responsable ejecutivo de este negocio, Bruno Even, destacó que este crecimiento se logró en un «contexto global de inflación e inestabilidad geopolítica».
En una conferencia telefónica, Even insistió en la recuperación que se viene produciendo desde 2020, aunque reconoció que en valor el mercado de los helicópteros está todavía un 20 % por debajo del nivel de 2019, el último año anterior al estallido de la crisis de la covid.
De cara a 2024, el consejero delegado de Airbus Helicópteros dijo que «seguimos viendo un buen momento globalmente» e hizo referencia en particular a las buenas expectativas en el segmento de los aparatos para el negocio de las plataformas petroleras y gasísticas.
Entre sus prioridades, además de «reafirmar» su posición de liderazgo y ofrecer un alto nivel de servicio a los clientes es aumentar el uso del llamado ‘combustible sostenible de aviación’ (SAF) para sus vuelos de empresa.
También indicó que este año debería producirse el primer vuelo de su proyecto de aeronave eléctrica de uso urbano CityAirbus NextGen.
Preguntado sobre el impacto del conflicto en Oriente Medio, Even recordó que esa región es un mercado importante para Airbus y, sin entrar en ningún caso particular, explicó con carácter general que «la inestabilidad no es buena para el negocio». EFE