El mercado paraguayo está cada vez más desarrollado y sabe evaluar cuánto vale una compañía y cómo encaja en una fusión.
Paraguay está a un peldaño de alcanzar el grado de inversión y las empresas deben estar preparadas para dar un salto de calidad.
El país ya es investment grade en la práctica en términos de la tasa de interés que paga en los mercados internacionales.
En la foto: Federico Ravazzani, vicepresidente senior y responsable de banca de inversión para el Cono Sur en Itaú BBA.
PLUS: ¿Qué sectores de la economía paraguaya tienen más potencial para invertir y diversificar los negocios?
Federico Ravazzani: La economía de Paraguay está evolucionando muchísimo y creo que va a seguir centrada en el agro, pero sectores del agro con valor agregado. Por ejemplo, antes se vendía el grano de soja como materia prima, pero ahora se está convirtiendo la soja y otros granos en combustible. Esa conversión genera un valor agregado que queda capturado en Paraguay.
PLUS: ¿Qué porcentaje de las operaciones de banca mayorista van a los sectores de agro y energías renovables en Paraguay?
Federico Ravazzani: Yo diría que aproximadamente un tercio, alrededor del 40%.
PLUS: ¿Qué le falta a Paraguay para alcanzar el grado de inversión?
Federico Ravazzani: Personalmente creo que para el grado de inversión lo que piden las agencias calificadoras son cosas que ya se están haciendo, pero piden que las instituciones sean más independientes y mejoras en el Poder Judicial.
Paraguay ya está cotizando su deuda al nivel de grado de inversión. Es decir, hoy los bonos paraguayos cotizan de igual forma que los de un país que ya es investment grade como México por ejemplo. Paraguay en la práctica ya es grado de inversión en términos de la tasa de interés que paga en los mercados internacionales.
No es grado de inversión en términos de quien puede venir a invertir acá, esa es la parte que realmente va a tener un impacto muy potente. Yo pienso que Paraguay lo va a recibir probablemente el año que viene. Sin embargo, también es posible perderlo. Ha habido varios países que lo han recibido y lo han perdido, no es un premio que uno recibe y ya lo tiene para siempre.
PLUS: ¿De dónde provienen la mayoría de las inversiones en bienes de capital?
Federico Ravazzani: Generalmente son grupos económicos locales y también hay grupos que han estado en Paraguay por décadas. Esta dinámica podría cambiar ya que hay fondos de inversión que tienen por regla la obligación de invertir solamente en países de grado de inversión. Hoy fondos no pueden invertir en el país por mucho que lo deseen.
PLUS: ¿Qué porcentaje se puede estimar de aumento de las inversiones una vez alcanzado el grado de inversión?
Federico Ravazzani: Existen varios estudios, pero creo que el volumen de inversión que podría entrar a Paraguay podría aumentar quizás en un 30%. Sin embargo, este número debe tomarse con precaución, ya que hay estudios que anticipan un aumento del 50% y otros del 10%. Además, la participación de fondos de inversión como BlackRock, con activos superiores a un trillón de dólares, agrega incertidumbre sobre el porcentaje que podrían invertir en Paraguay.
PLUS: ¿Cómo prepararse para el grado de inversión?
Federico Ravazzani: Yo le digo a nuestros clientes que trabajen en la gobernanza interna de sus compañías, tengan acuerdos de accionistas, protocolos familiares, empleen en la empresa a los familiares que sean capaces y estén comprometidos, y que realmente le dediquen tiempo y tengan vocación. No coloques como gerente a tu hijo que desea ser músico. De eso se fijan mucho los inversores sofisticados porque quieren ver quién maneja la empresa.
PLUS: ¿Cómo evalúan esos cambios en las empresas paraguayas?
Federico Ravazzani: El mercado paraguayo está cada vez más desarrollado y sabe evaluar cuánto vale una empresa y cómo encaja en una fusión. Se ven más operaciones grandes y complejas, porque comprar un banco es complicado, y la integración a tu negocio es un desafío.
Las operaciones bancarias que uno veía antes eran de entre 30 millones de dólares y 50 millones de dólares. Ahora existen operaciones de 200 millones de dólares y de hasta 300 millones de dólares.
Es decir que el volumen se ha multiplicado por un factor importante, y esto está pasando porque la gente ve valor en tener un negocio cada vez más grande y porque la gente tiene las herramientas para hacer este tipo de operaciones.
PLUS: ¿Teniendo en cuenta que Paraguay tiene ahora una imagen más atractiva para los inversores, usted cree que le falta trabajar en una marca país?
Federico Ravazzani: Yo creo que Paraguay se vende bien, pero se puede vender mejor aún. No soy un experto en marketing, pero una campaña o un plan de largo plazo de vender las bondades del país puede ser muy útil. A mí me sorprende gratamente lo mucho que los inversores extranjeros conocen de Paraguay.
Pero hay muchos inversores que no tienen idea todavía dónde está Paraguay, lo confunden con Uruguay. No lo pueden ubicar en un mapa o se quedaron pegados con el gobierno de Stroessner de hace 40 años. Cuando uno les comenta todo el tema impositivo no pueden creer que sea tan atractivo.
PLUS: ¿A qué se debe el conocimiento que algunos inversores tienen de Paraguay?
Federico Ravazzani: Es el trabajo de esta gente encontrar las joyas escondidas, los diamantes en bruto para evitar problemas; porque quien invierte primero, invierte mejor. Cuando Paraguay sea grado de inversión va a ser caro.
PLUS: ¿A qué plazo ven los inversores a Paraguay en el grado de inversión?
Federico Ravazzani: El consenso en el mercado es que Paraguay debería alcanzar el grado de inversión en los próximos 12 a 24 meses, a menos que ocurra algún evento como una pandemia.
PLUS: Paraguay ahora emite en su propia moneda, ¿eso genera más confianza en los mercados internacionales?
Federico Ravazzani: La emisión en guaraníes de febrero de 2024 en los mercados internacionales fue histórica (equivalente a US$ 500 millones); y la emisión de diciembre de 2023 (equivalente a US$ 220 millones) que se registró en la bolsa de Asunción, donde una parte fue comprada por inversionistas del exterior.
Es decir que el inversor extranjero que compró estos títulos se arriesga a que si hay algún problema se resuelva por los jueces paraguayos. Están confiando en que se respetarán sus derechos en Paraguay. Eso para mí es una señal muy potente, porque confían en el país.