Regalo de Navidad: traspaso de empleados de Copaco al presupuesto nacional

Crédito Columna: Alejandro Kladniew, socio gerente de Paraguay Development SRL.
Con buen tino, a los pocos meses de asumir el gobierno, el titular de la compañía paraguaya de comunicaciones, Oscar Stark, presentó un estado de situación de la empresa. Dicho cuadro era realmente alarmante tanto desde lo operativo, como desde lo económico.

La empresa presta básicamente dos tipos servicios, telefonía tradicional y telefonía digital bajo la denominación de VOX. En el primero de casos, la cantidad de abonados viene en baja permanente año a año y en el segundo solo tiene un 4 % del mercado, siendo que hay otras 3 empresas privadas que dan este servicio con mucha mejor calidad como Tigo, Personal y Claro.

Según dicho informe, entre varios inconvenientes, uno de los mismos es que el personal tiene un convenio de salarios altos y múltiples beneficios que, en parte, ahogan el costo operativo de la empresa. Es decir, los ingresos de Copaco ni siquiera alcanzan para pagar el costo salarial de la empresa.

A diferencia de otros servicios públicos, en manos de empresas públicas, tales como la electricidad  (ANDE) o el agua corriente y saneamiento (Essap); que eventualmente puede ser que por “políticas de Estado” no se tome la decisión de pasar a manos privadas, en este caso ni siquiera ese motivo puede justificar la continuidad deficitaria de la empresa, siendo que Paraguay tiene un más que razonable servicio de telefonía celular privada, que sin lugar a dudas puede no solo cubrir a los clientes de VOX, sino emprender una transición de todos los clientes actuales de Copaco de línea baja a digital.

Mientas el país solicita créditos externos y paga intereses por los mismos, es decir, mientras los contribuyentes pagamos dichos costos, entendemos que esta erogación de parte del presupuesto nacional no es sinónimo de buena administración de los fondos públicos, en ningún caso se puede llamar inversión y menos desarrollo a esta decisión. Peor aún, no se ha visto que se haya desarrollado incluso una negociación con el sindicato de la empresa para adecuar a niveles más razonables el déficit operativo.

Es imperativo que el divorcio entre lo público y lo privado en el país disminuya, ya que cualquier empresa privada estaría quebrada en idéntica situación, y como dijimos anteriormente, nada justifica que todo continúe igual en COPACO a costa del bolsillo de la gente.

La decisión de que el presupuesto nacional absorba al personal incrementa el problema en vez de resolverlo.

El hecho de celebrar y reconocer siempre a las excelentes políticas de estado como el equilibrio de la macroeconomía o los buenos niveles de inversión en obras viales, por ejemplo; no pueden ocultar la necesidad urgente del estado en abordar otros problemas de la economía del país que en nada contribuyen a la productividad, la inversión y el desarrollo.

Alejandro Kladniew, socio gerente de Paraguay Development SRL
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