Pensando lo que la pandemia dejó… la particularidad local

Por Alejandro Kladniew.

Entiendo que ya ha pasado un tiempo prudencial desde que terminó la pandemia para poder evaluar con un poco más de objetividad algunas de las consecuencias que el fenómeno dejó dentro del mundo inmobiliario de viviendas familiares.

Durante la pandemia, y unos meses posteriores a la apertura de los límites sanitarios que nos habían impuesto las autoridades, teníamos un pronóstico de la situación, que a mi juicio no es igual a lo que podemos evaluar hoy.

Claramente en el mundo, durante el flagelo sanitario, muchos eligieron salir de las ciudades, del cemento e ir a localidades más abiertas en espacios más cercanos a lo natural, que obviamente estaban lejos de las urbes. Y son cientos de miles que hubieran elegido y muchos lo han hecho, cambiar su espacio de vida.

Estas situaciones, asimismo, no son en nada universales y dependen, mucho, de la realidad de cada país y región, influido esto no solo por la cultura y tradición de cada lugar, sino por cuestiones tales como la calidad de internet, accesibilidad de buenas rutas y transporte público, por ejemplo.

Al respecto me parece muy interesante hacer una comparación, a los fines de ser ilustrativo, entre los casos de Montevideo en Uruguay y Asunción en Paraguay.

En el último censo de Uruguay realizado en 2023, se verifico que más de 70.000 personas han dejado de vivir en la capital, gran parte de esa población, claramente, se estableció en ciudades más pequeñas y tranquilas que en Montevideo, pero relativamente cerca de la misma, a un radio de aproximadamente no más de unos 150 kilómetros. En el caso de Uruguay se trata de un país en general, y de esas zonas en particular, con un excelente acceso y calidad a internet, con autopistas en muy buen estado que conectan estas ciudades con Montevideo y con un aceptable transporte público. Asimismo, en todas estas localidades hay un buen servicio de salud, que incluso esta invirtiendo en mejoras de equipamiento y recursos humanos y escuelas de nivel pre-escolar, primaria y secundaria de muy buen nivel, más allá, también, de la creación de nuevos establecimientos escolares.

Podemos observar, que, en este caso, estaban dadas muchas condiciones para ‘aprovechar’ las consecuencias de la pandemia, para que muchas personas optaran por cambiar su lugar de residencia y adoptar los beneficios del trabajo remoto o híbrido.  Esto, claramente en estas localidades, ha producido un cambio en el mundo inmobiliario en tanto van quedando unidades disponibles en un lugar, en este caso Montevideo, y se hizo necesario construir en nuevas localidades, tales como Colonia, Ciudad de la Costa, San José y Punta del Este y alrededores.

Este impacto se refleja, en el mundo inmobiliario en particular, no solo en viviendas familiares, sean estas casas o departamentos, sino también a nivel del desarrollo de obras a nivel comercial.

Entiendo que esta situación no se pudo dar en Asunción, porque posiblemente siendo que quizás, por ejemplo, San Bernardino podía haber sido una opción por la que hubiera optado mucha gente, efectivamente no se encuentra ni en esa, ni en otra localidad, ni una accesibilidad vial buena, tampoco transporte público, escuelas adecuadas, mediocres servicios médicos y una mala conectividad razonable en lo que hace a internet.

Hemos hablado, desde años atrás, que la falta de planeamiento urbano en todo Paraguay genera irremediablemente espacios totalmente ineficientes a nivel de servicios de todo tipo. Esto incluye también y fundamentalmente pésimos servicios públicos. Quiero decir que mientras en Asunción existe tierra ociosa (debe ser una única capital de la región en que ocurre este fenómeno), las ciudades satélites existentes y nuevas se siguen expandiendo alrededor de la misma, sin buenos niveles de agua potable, alcantarillado, electricidad, calles, accesos, transporte publico y conectividad vial. A esto se suma, falta de escuelas, calidad de salud, etc.

Lamentablemente esta frustrante experiencia, post pandemia, no ayudo a que los organismos estatales que pueden tener injerencia en esta problemática tomen cartas en el asunto. Por el contrario, hemos visto que el Municipio de Asunción, por ejemplo, sin ningún tipo de plan ha salido a vender tierras en la costanera norte, como así también se siguen desarrollando y vendiendo barrios cerrados en Chaco’i, en lugares donde más allá de la excelente autopista y puente, no existen servicios públicos y privados mínimos aun para una vida de cierta comodidad.

 

 

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