Por Augusto Fabrini, analista.
En los últimos años, el bitcoin ha transformado a personas comunes en millonarios, mientras que el guaraní y otras monedas pierden valor por la inflación y las decisiones gubernamentales. Creado en 2009 por el misterioso Satoshi Nakamoto, este «oro digital» promete ser una reserva de valor que ni los bancos ni los políticos pueden controlar, pero también ha caído un 70% en pocos meses, asustando a los que llegaron tarde. Aquí en Paraguay, donde diversificar el patrimonio es casi una cuestión de supervivencia, mucha gente se pregunta si aún es posible surfear esta ola o si es solo otra fiebre que explotará. Entonces, ¿qué es realmente el Bitcoin: una revolución financiera o un castillo de naipes?
Vamos a responder:
- ¿El bitcoin todavía puede hacerme rico o llegué demasiado tarde?
- ¿Es seguro guardar mi dinero en algo que el gobierno no controla?
- ¿Vale la pena arriesgar mi patrimonio en esto o es solo una moda?
En este artículo, desglosamos los pilares que sustentan el Bitcoin, los motivos para apostar en él y los riesgos que podrían derribarlo, todo para que tú decidas si es oro o burbuja.
Entendiendo el bitcoin: la solidez de sus fundamentos
La solidez del bitcoin está anclada en varios factores esenciales:
- Desarrollo de código abierto: El bitcoin es como una caja fuerte con paredes de vidrio: su sistema, desde la minería hasta la seguridad de las transacciones, está abierto para que cualquiera lo inspeccione. Cientos de programadores —más de 980 hasta marzo de 2025— modifican el código desde 2009, y en 15 años nadie ha encontrado una brecha para invadirlo. Esto le da al Bitcoin una fortaleza que los bancos tradicionales sueñan tener, pero también expone todo al mundo. ¿Seguridad a prueba de hackers o un objetivo demasiado fácil?
- Oferta limitada: El bitcoin tiene un límite fijo: solo existirán 21 millones de unidades, y más de 19,7 millones ya han sido minados hasta marzo de 2025, por lo que quedan menos de 1,3 millones de Bitcoins por minar (crear). A diferencia del guaraní o el dólar, que los gobiernos y políticos pueden imprimir hasta convertirlos en papel higiénico, esta característica genera una rareza que hace que el bitcoin parezca oro verdadero: cuanto menos hay, más caro puede volverse. Pero ¿y si nadie más lo quiere? ¿Escasez es riqueza garantizada o solo un truco para inflar la burbuja?
- Prueba de trabajo es el corazón del bitcoin: los mineros gastan energía y máquinas potentes resolviendo un rompecabezas digital que protege la red. Quien gana, registra las transacciones y recibe una recompensa en Bitcoin. Este es un sistema que ya funciona hace 15 años sin ser quebrado. Es como buscar oro con electricidad: mantiene todo seguro y confiable, pero gasta tanto que algunos lo llaman locura. ¿Seguridad de hierro o un talón de Aquiles?
- Seguridad y descentralización: el Bitcoin es un libro abierto que nadie controla por sí solo: cada transacción se graba en una red dispersa por miles de máquinas en todo el mundo, imposible de borrar o falsificar sin controlar todo. Es como una caja fuerte global sin dueño: segura porque no tiene jefe, pero vulnerable si pocos dominan el juego. ¿Protección de acero o ilusión de libertad?
- Adopción creciente: después de 15 años sin parar, el bitcoin salió del rincón de los geeks para ser comparado por fondos como BlackRock y aceptado por gigantes como PayPal y Tesla. Los países también entraron en el juego: El Salvador ya tiene 6.000 BTC, y se dice que Estados Unidos y China tienen cientos de miles. Esto hace que el Bitcoin parezca más sólido que nunca: cuanta más gente lo usa, más sube su precio. ¿Será el brillo del oro del futuro o una burbuja lista para explotar?
- Halving y presión de oferta: cada cuatro años, el Bitcoin reduce a la mitad la recompensa de los mineros, los que mantienen viva la red. Desde 2009, se emiten menos monedas nuevas, y la llave se va cerrando: después del halving de 2020, siguiendo la tradición, el precio subió un 200% en los meses siguientes. Es como buscar oro cada vez más raro: el valor sube para quien lo encuentra, pero si el mercado se enfría, es solo un empujón para que el precio caiga. ¿Oportunidad de riqueza o carnada para la burbuja?
Puntos positivos del bitcoin
El bitcoin es un escudo que ningún gobierno puede tocar: a diferencia del guaraní, que perdió un 20% solo en 2024, o el dólar, que ha caído un 30% en valor real desde 2010, nadie puede imprimir más bitcoins para devaluarlo. Con solo 21 millones de monedas en total, ya se ha convertido en un refugio para aquellos que huyen de la inflación aquí en Paraguay y en otros lugares. Cualquier persona con acceso a internet puede comprar o vender bitcoin al instante, con 100.000 millones de dólares girando por día en las plataformas de intercambio de todo el mundo, más fácil que negociar dólares en la frontera. ¿Quieres llevar tu dinero a cualquier parte? Un pendrive guarda todo, cruza cualquier frontera sin alboroto, algo que el oro físico o los montones de billetes nunca podrán hacer. Mejor aún: si aprendes a usarlo, te conviertes en el dueño de tu caja fuerte, sin bancos ni políticos controlando lo que es tuyo. En 15 años en funcionamiento, la red nunca ha sido hackeada, demostrando que es segura para quien sabe jugar. ¿Y el precio? Ya subió un 200% después del halving de 2020, cuando la oferta de monedas nuevas se redujo a la mitad. Es el oro del futuro para quien cree en la revolución financiera y sabe cuándo subirse a la ola, pero solo si entiendes el juego y no entras a ciegas.
Para quienes quieren más detalles:
- Protección contra la inflación: como activo escaso, el bitcoin se ve como un refugio contra la devaluación de las monedas fiduciarias y respaldadas por la política, que puede imprimir dinero en cualquier momento.
- Accesibilidad global: cualquier persona con conexión a internet puede poseer y transaccionar Bitcoins, sin depender de intermediarios. Además de su portabilidad, cualquier pen-drive puede llevar tus claves privadas por las fronteras de manera imperceptible, a diferencia del oro físico, por ejemplo.
- Alta liquidez: hoy, los volúmenes de negociación del Bitcoin son grandes y cada vez más robustos. Es uno de los activos más negociados del mundo (con un giro de alrededor de 100.000 millones de dólares), lo que permite facilidad para comprar y vender.
- Auto custodia y soberanía financiera: con un poco de estudio y comprensión básica de la tecnología, los usuarios pueden almacenar sus propias monedas sin depender de terceros, eliminando por completo el riesgo de custodia y manteniendo una reserva de valor que no se diluye con el tiempo.
- Fuera del alcance de gobiernos y estados: al ser un sistema basado en consenso de código abierto y público, el uso de Bitcoin se vuelve colectivo por consenso y conveniencia de los usuarios. Si algún gobierno “tomara” el desarrollo en línea del Bitcoin y aplicara cambios que hicieran perder algunos de sus fundamentos, esto generaría un “fork” (una nueva versión), y el uso de esas nuevas versiones depende de cada minero si decide usarlas o no. Si solo uno de los poseedores de un nodo de Bitcoin (nombre dado a quien tiene una copia de la blockchain en su propio ordenador) decidiera no usar esta nueva versión alterada, el bitcoin seguiría existiendo y manteniéndose.
Puntos negativos y desafíos
El bitcoin es una montaña rusa: ya ha caído un 70% en pocos meses, como en 2022, y asusta a los que buscan seguridad a corto plazo. Los gobiernos pueden apretar el cerco: si Paraguay lo prohíbe, te quedarías con un activo valioso que no podrías usar sin romper la ley. La minería consume mucha energía — más de 150 TWh por año, el doble de lo que consume todo Paraguay — y eso hace que los ambientalistas fruncen el ceño. Peor aún: al escapar de cualquier control, se convierte en un imán para los criminales, aunque el dólar sigue siendo el rey en el uso delictivo. Es la cara de la burbuja del pasado: demasiado arriesgado para los que no soportan el golpe o no entienden los huecos.
Para quienes quieren más detalles:
- Volatilidad extrema: aunque las oscilaciones de su precio son cada vez menores, aún puede oscilar significativamente a corto plazo, lo que lo convierte en una opción inviable para los inversionistas conservadores que no comprenden a fondo sus fundamentos, utilidad y valor real.
- Regulación y riesgos legales: cada vez más el mundo abraza al Bitcoin y sus fundamentos, pero los gobiernos aún pueden implementar restricciones al uso y comercio del Bitcoin, lo que afectaría su adopción. Aunque una restricción gubernamental, en mi análisis, elevaría el valor del Bitcoin en los lugares donde ese gobierno tiene influencia, sería un problema poseer dichos activos si fuera ilegal.
- Consumo energético: el proceso de minería requiere una gran cantidad de energía, lo que genera preocupaciones ambientales. Pero al analizarse que el Bitcoin podría servir de respaldo para todo el sistema bancario y fiduciario mundial, recibiendo buena parte de la energía hoy destinada al mantenimiento de servidores, redundancia, climatización, desarrollo, protección, control y otras estructuras que utiliza el sistema actual, se observan ventajas como las ya mencionadas.
- Uso criminal: debido a su valor, liquidez y ser completamente independiente de los sistemas gubernamentales (fuera del control e influencia de cualquier país), esta tecnología puede atraer, al igual que cualquier forma de dinero, a personas que utilizan este recurso en actividades ilícitas. Aunque hoy el mayor volumen de estas actividades utilice dólares, este es un punto que genera críticas y hace que algunos gobiernos y políticos pidan regulaciones más estrictas.
Conclusión
El bitcoin es una carta rara para el Paraguay de hoy: con solo 21 millones de monedas y nombres como Tesla y El Salvador en juego, puede ser el oro que salve tu bolsillo del guaraní, que perdió cerca del 10% en 2024, y de la inflación que los billones impresos en 2020 aún cobrarán. Ya subió un 200% después del halving de 2020, pero cayó un 70% en 2022 y en 2024 ya subió un 40% después del halving.
Es riqueza para quien entra en el momento correcto, o una trampa para los que llegan tarde a un mercado que el gurú Michael Burry llama la «burbuja de todo». ¿Es seguro? Sí, nunca ha sido hackeado en 15 años, pero solo si estudias lo básico para no caer en estafas. ¿Vale la pena arriesgar? Sí, con una parte del patrimonio, porque en Paraguay la adopción de comerciantes está creciendo.
En un país donde invertir es algo nuevo, un curso rápido te da el mapa para surfear esta revolución financiera durante los próximos 12 años, o al menos te deja anti-frágil, como dice Nassim Taleb, ganando con el caos que puede durar años. Es el oro del futuro para quienes creen y aprenden, la burbuja del pasado para quienes solo ven el bombo mediático.
¿Y tú, pondrías tus fichas o saldrías corriendo?
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