A través de un comunicado, la firma confirmó el cierre de las plantas en Avellaneda y Ricardone, las únicas que estaban en funciones. La empresa se encuentra sin fondos ni materias primas y 1.000 trabajadores quedaron en suspenso.
Mientras que el gremio amenaza con un paro, la Justicia argentina avanza en un proceso por estafas millonarias, sin embargo, en Paraguay se otorgó el sobreseimiento provisional a presuntos estafadores que formaban parte de la misma empresa.
La productora argentina de aceite de soja Vicentin cerró la actividad en sus plantas de molienda en operación debido a la incapacidad de conseguir nuevos contratos para procesar granos en medio de su crisis financiera en un comunicado.
Vicentin está en concurso de acreedores desde que se declaró en cesación de pagos por más de 1.000 millones de dólares en el 2019. Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y hasta su crisis Vicentin era la empresa que más embarques hacía de los derivados.
«Ante la imposibilidad de obtener contratos de fazón en tiempo oportuno para cumplir regularmente con los compromisos de la sociedad, y en espera de poder revertir la situación una vez que la incertidumbre del proceso judicial sea resuelta, se ha decidido ayer proceder al cierre seguro de todas las plantas en operación», dijo Vicentin.
Los contratos “de fazón” son contratos mediante los cuales otras empresas molían soja en las instalaciones de Vicentin, método con el cual la compañía ha continuado operando desde su ‘default’ hace más de cinco años.
La Justicia argentina declaró inconstitucional un acuerdo entre la firma Vicentin y sus acreedores, una decisión criticada y apelada por la empresa aceitera. El rechazo implica el regreso a las negociaciones. Vicentin dice que el fallo judicial ha impactado en la firma de nuevos contratos.
