Crédito columna: Alexandre Perini.
Latinoamérica y los mercados financieros siempre han tenido una relación distante compleja a veces incluso contradictoria mientras en otras regiones del mundo la participación ciudadana en la bolsa de valores y en productos de inversión crece con fuerza en nuestra región aún existe una marcada desconfianza hacia todo lo que suene a bolsa acciones o…
Latinoamérica y los mercados financieros siempre han tenido una relación distante compleja a veces incluso contradictoria mientras en otras regiones del mundo la participación ciudadana en la bolsa de valores y en productos de inversión crece con fuerza en nuestra región aún existe una marcada desconfianza hacia todo lo que suene a bolsa acciones o inversiones muchas personas al escuchar esos términos piensan automáticamente en grandes riesgos en estafas o en algo reservado para los más ricos.
Pero por qué sucede esto por qué en países como Estados Unidos millones de personas invierten a través de fondos de pensión o aplicaciones mientras en América Latina la mayoría de la población prefiere guardar su dinero bajo el colchón o en una cuenta de ahorro con intereses mínimos hay muchos factores que nos ayudan a entender este fenómeno y aunque no se trata de una única causa sí podemos analizar algunas claves históricas culturales sociales y económicas que explican esta distancia.
Primero la historia nos ha marcado con cicatrices profundas dictaduras hiperinflaciones confiscaciones bancarias y crisis recurrentes han sembrado una desconfianza que no se borra fácilmente basta con mirar hacia atrás en países como Argentina Venezuela o incluso México para recordar episodios donde los ahorros de toda una vida desaparecieron de la noche a la mañana frente a eso la memoria colectiva se protege y cuando se trata de dinero la gente prefiere lo tangible lo que se puede ver y tocar lo que no cambia con un clic o un rumor.
Segundo la educación financiera en la región ha sido escasa o casi inexistente en la mayoría de los países latinoamericanos aprender a manejar el dinero no es parte del currículo escolar y eso se nota en el día a día no se enseña qué es una acción cómo funciona un fondo de inversión o por qué es importante diversificar nuestros ingresos así es fácil caer en trampas en promesas mágicas en esquemas piramidales disfrazados de oportunidades mientras tanto lo verdaderamente serio sigue viéndose como algo lejano inalcanzable o incomprensible.
Además hay un componente cultural que no podemos ignorar en muchos hogares latinoamericanos hablar de dinero sigue siendo un tema tabú por lo tanto hablar de invertir resulta aún más complejo pareciera que cuidar el dinero solo implica ahorrar o no gastar pero nunca hacerlo crecer de forma estratégica tampoco ayuda que los medios de comunicación masiva apenas hablen del mercado financiero de manera clara y educativa y cuando lo hacen muchas veces es en contextos negativos o escandalosos como una caída abrupta del mercado o una burbuja que estalla.
Otro punto importante tiene que ver con el acceso a los instrumentos financieros si bien en los últimos años han surgido plataformas digitales que permiten invertir desde el celular aún existen muchas barreras tecnológicas legales y de confianza en algunos países abrir una cuenta de inversión sigue siendo más complicado que abrir una cuenta bancaria además no todos tienen acceso a internet de calidad o dispositivos móviles adecuados y cuando los tienen muchas veces no saben por dónde comenzar a dar el primer paso.
La desigualdad también tiene mucho que ver en una región donde una gran parte de la población vive con ingresos limitados es comprensible que invertir no sea una prioridad cuando hay que decidir entre comprar alimentos pagar deudas o ahorrar algo para una emergencia no queda mucho margen para pensar en acciones o bonos muchas personas no se sienten parte del sistema financiero y simplemente no creen que sea para ellas esto refuerza el círculo de exclusión y desinformación.
Sin embargo algo está cambiando poco a poco las nuevas generaciones están más conectadas más curiosas más abiertas a explorar formas alternativas de generar ingresos los millennials y centennials no temen tanto al cambio y están empezando a mirar con más atención a los mercados financieros plataformas como YouTube Instagram TikTok y los podcasts han comenzado a popularizar contenidos educativos sobre inversiones criptomonedas ETFs y otras herramientas eso sí con el reto de filtrar la información de calidad frente a tanta promesa vacía.
También es cierto que algunas instituciones están empezando a despertar gobiernos bancos e incluso startups han comenzado a impulsar programas de educación financiera de inclusión de bancarización y de acceso a productos de inversión más simples y más transparentes aunque falta mucho por recorrer ya no estamos en cero y eso abre una oportunidad enorme para cerrar la brecha que durante tanto tiempo nos ha mantenido lejos de los mercados.
El desarrollo de los mercados financieros en Latinoamérica no es solo una cuestión de modernidad o tecnología es también una herramienta poderosa para el crecimiento económico personal y colectivo cuando más personas entienden cómo invertir cómo proteger su dinero y cómo generar patrimonio el efecto se multiplica en toda la economía porque aparecen más proyectos más empresas más innovación más empleos y más oportunidades de salir adelante.
No se trata de que todos se conviertan en traders o analistas financieros se trata de que cualquier persona tenga la opción real de hacer crecer su dinero de forma segura y transparente sin tener que ser experta ni millonaria se trata de democratizar el acceso de romper con la idea de que invertir es solo para unos pocos y demostrar que con la información adecuada las herramientas correctas y el apoyo de políticas públicas inteligentes todos podemos ser parte de ese mundo.
Latinoamérica está llena de talento de creatividad y de capacidad para avanzar pero también necesita más confianza en sí misma más educación y más puentes que conecten a las personas con las oportunidades que existen en los mercados financieros muchas veces lo que falta no es dinero sino información voluntad y una guía clara que acompañe ese proceso sin miedo sin prejuicios y sin barreras innecesarias.
Tal vez por eso el primer paso no está en la bolsa de valores ni en Wall Street ni en las noticias financieras tal vez el primer paso está en la conversación cotidiana en una clase en una charla en una red social en un café donde alguien decide preguntar qué es eso de invertir cómo se empieza qué riesgos tiene y por qué podría valer la pena intentarlo.
Porque cuando ese paso se da se abre una puerta que antes parecía cerrada y lo que antes parecía lejano comienza a sentirse posible y cercano.
Alexandre Perini
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