Por Alexandre Perini
Descubre por qué Paraguay es uno de los países con menor riesgo país en América Latina. Estabilidad, inversión y oportunidades en un entorno económico sólido.
En un continente marcado por ciclos económicos inestables, crisis políticas y desafíos estructurales persistentes, Paraguay se ha ganado un lugar destacado en los rankings de menor riesgo país en América Latina. Esta no es una afirmación menor: representa una ventaja competitiva clave para quienes buscan oportunidades de inversión sólidas, previsibilidad en sus decisiones empresariales y un entorno macroeconómico que inspire confianza.
Y es que esta pregunta —¿por qué Paraguay goza de una calificación de riesgo tan favorable?— se vuelve central para quienes desean diversificar portafolios, iniciar nuevos negocios o expandir operaciones regionales. La respuesta no se encuentra en un solo indicador, sino en una serie de factores estructurales, institucionales y económicos que han venido consolidándose con el tiempo y que merecen ser analizados con atención.
- Estabilidad fiscal como pilar de confianza
Una de las características más valoradas por los mercados financieros internacionales es la disciplina fiscal. Paraguay se ha destacado en este aspecto gracias a la implementación de la Ley de Responsabilidad Fiscal, que establece límites claros al déficit fiscal, permitiendo mantener las cuentas públicas bajo control incluso en momentos de desaceleración económica.
El país ha logrado mantener su deuda pública en niveles relativamente bajos. Mientras otros países de la región superan holgadamente el 60% o 70% del PIB en endeudamiento, Paraguay se ubica por debajo del 40%. Esta cifra no solo es sostenible, sino que genera confianza entre acreedores e inversionistas, quienes valoran el bajo riesgo de impago y la capacidad del Estado para financiarse sin comprometer su solvencia.
Este manejo prudente de las finanzas públicas se refleja en los informes de riesgo país elaborados por calificadoras como Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s, que destacan la estabilidad macroeconómica como uno de los pilares fundamentales del perfil crediticio del país.
- Inflación contenida y tipo de cambio estable
En un escenario global donde la inflación ha vuelto a convertirse en una amenaza real, Paraguay ha demostrado un manejo responsable de su política monetaria. A través del Banco Central del Paraguay (BCP), el país ha mantenido niveles de inflación dentro de los márgenes establecidos, sin recurrir a controles de precios extremos ni a distorsiones en los mercados.
El régimen de tipo de cambio flotante administrado también ha sido una herramienta eficaz para absorber shocks externos sin sacrificar estabilidad. A diferencia de otras economías que enfrentan devaluaciones abruptas, Paraguay ha logrado preservar la confianza en su moneda, el guaraní, y evitar sobresaltos que afecten el poder adquisitivo de los hogares o la rentabilidad de las empresas.
Esto no solo beneficia a los ciudadanos, sino que transmite señales claras a los mercados internacionales: Paraguay es un país con fundamentos económicos sanos y predecibles.
- Crecimiento económico sostenido y resiliente
Otro factor clave que explica el bajo riesgo país es el comportamiento del crecimiento económico. Paraguay ha mostrado una expansión sólida durante las últimas dos décadas, con tasas promedio de entre 3,5% y 4% anual. Incluso en años de dificultades climáticas o shocks externos, el país ha logrado recuperarse con rapidez, lo que demuestra una capacidad de resiliencia destacable.
La economía paraguaya se ha diversificado progresivamente, aunque todavía depende en gran medida del sector agroexportador. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado sectores como la energía, la logística, la manufactura y los servicios, generando nuevas fuentes de empleo y exportaciones.
Además, Paraguay es uno de los pocos países del mundo que exporta más energía de la que consume, gracias a represas como Itaipú y Yacyretá. Esta autosuficiencia energética, combinada con costos extremadamente bajos, se traduce en una ventaja competitiva para la instalación de industrias y centros de datos.
- Políticas amigables con la inversión extranjera
Paraguay ha construido un marco institucional propicio para atraer inversiones. Con regímenes especiales como la Ley 60/90 (incentivos a la inversión) y el Régimen de Maquila, el país ofrece condiciones impositivas ventajosas, seguridad jurídica y procesos ágiles para la instalación de empresas extranjeras.
A esto se suma una carga tributaria simple y baja: una tasa única del 10% para impuestos a la renta tanto personal como corporativa, lo que convierte al país en un imán para empresarios que buscan optimizar sus estructuras fiscales dentro de la legalidad.
La libertad para repatriar capitales, la estabilidad del sistema financiero y la apertura al comercio internacional refuerzan aún más este entorno favorable, posicionando a Paraguay como uno de los destinos más competitivos para hacer negocios en América Latina.
- Reputación y calificación crediticia en ascenso
La confianza de los inversores también se refleja en la evolución de las calificaciones crediticias. En 2024, Paraguay recibió una mejora significativa por parte de Moody’s, que elevó su nota a grado de inversión (Baa3), consolidando una tendencia positiva que ya venían señalando otras agencias.
Este reconocimiento no es simbólico: impacta directamente en el costo de financiamiento soberano y corporativo. A menor riesgo, menor tasa de interés. Esto significa que tanto el Estado paraguayo como las empresas con operaciones en el país pueden acceder a crédito internacional a mejores condiciones que muchas de sus contrapartes regionales.
Esto, a su vez, permite financiar proyectos de infraestructura, innovación, salud, educación y comercio exterior con una rentabilidad más atractiva, impulsando un círculo virtuoso de desarrollo económico.
- Estabilidad política y bajo riesgo geopolítico
Aunque ningún país está exento de tensiones internas o desafíos institucionales, Paraguay ha gozado de una estabilidad política relativa en las últimas décadas. Transiciones de poder pacíficas, fortalecimiento de algunas instituciones clave y ausencia de conflictos armados lo colocan en una posición favorable en el contexto latinoamericano.
Además, al no tener conflictos con sus vecinos ni presencia de amenazas geopolíticas significativas, Paraguay es percibido como un entorno seguro desde la perspectiva de riesgo soberano.
Para los inversionistas internacionales, esto no es un dato menor: la estabilidad política es uno de los factores más valorados a la hora de elegir dónde colocar capital a largo plazo.
- Beneficios sociales de una economía estable
La baja percepción de riesgo no solo beneficia a los grandes inversionistas. También genera un efecto positivo en la economía real: mayor acceso al crédito, creación de empleo, reducción de la pobreza y expansión del mercado interno.
Cuando las empresas confían en el entorno económico, invierten más, contratan más y desarrollan productos o servicios con mayor valor agregado. Esto se traduce en una mejora del bienestar social, con oportunidades reales para miles de paraguayos y paraguayas.
La estabilidad financiera permite, además, planificar políticas públicas a largo plazo, algo esencial para mejorar la educación, la salud, la infraestructura y otros pilares del desarrollo sostenible.
Conclusión: una oportunidad regional en medio de la incertidumbre
En un contexto global donde el riesgo político, la inflación descontrolada o la inestabilidad cambiaria afectan a muchas economías latinoamericanas, Paraguay emerge como una excepción que vale la pena considerar.
Su bajo riesgo país no es casualidad, sino el resultado de una estrategia clara: estabilidad macroeconómica, prudencia fiscal, apertura al mundo y un ambiente amigable para hacer negocios.
Para los inversores que buscan minimizar riesgos y maximizar retornos, Paraguay ofrece una plataforma segura, previsible y con alto potencial de crecimiento. Y para quienes piensan en el desarrollo inclusivo y sostenible, este entorno estable también representa una oportunidad para construir un futuro con más equidad, empleo y bienestar.
En definitiva, apostar por Paraguay es apostar por una economía que, sin hacer demasiado ruido, está sentando las bases para convertirse en una de las más confiables de la región.
Alexandre Perini
https://lnk.bio/alexandreperinipy
