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Líderes formadores de equipos de alto desempeño

En la foto: Juan José Ocampos, gerente de recursos humanos de Eleve Paraguay y miembro de DCH Paraguay.

Seguimos compartiendo el resultado de la alianza editorial que tenemos con la Organización internacional DCH Capítulo Paraguay, (Organización Internacional de Directores de Capital Humano con sede en España) donde los miembros de dicha organización se suman desde su experiencia para compartir reflexiones y análisis del mundo laboral. 

En esta nota, Juan José Ocampos, gerente de recursos humanos de Eleve Paraguay, analiza aspectos relevantes relacionados a las habilidades que deben desarrollar los líderes para construir y mantener equipos eficientes.     

PLUS: Antes de entrar en materia, ¿cómo definirías y qué características debería tener un “equipo de alto desempeño”?

Juan José Ocampos: Un equipo de alto desempeño es aquél que logra resultados sobresalientes de forma sostenida con eficiencia, calidad y compromiso, aun en contextos de alta exigencia o cambio constante. Estos equipos suelen tener objetivos y roles bien claros, mantienen una comunicación abierta y honesta, sostienen un nivel de compromiso sólido y una responsabilidad compartida.

Además, generan confianza, tienen una fuerte orientación a resultados concretos, cultivan una disciplina y siguen metodologías específicas y se adaptan a cambios permanentemente.

En mi experiencia, el liderazgo debe ser el principal garante de estas características. Formar un equipo de alto desempeño no es un accidente ni algo espontáneo: es un trabajo de diseño, cultivo y seguimiento constante.

PLUS: ¿Qué comportamientos o prácticas diferencian a un líder que simplemente gestiona tareas de uno que forma y desarrolla equipos exitosos?

Juan José Ocampos: La gran diferencia es la visión de largo plazo. Un gestor de tareas busca cumplir el plan de hoy (apagar incendios). Un líder desarrollador se ocupa de que su gente esté lista para asumir mayores responsabilidades mañana. No solo hace seguimientos de entregables, sino que conversa sobre desarrollo y diseña acciones para que el mismo se pueda dar a través de la escucha activa.

Un líder desarrollador delega con responsabilidad, no deriva trabajo al azar, empodera con claridad de expectativas, desarrolla a otros con retos reales y acompañamiento. Fomenta una colaboración auténtica, evita la competencia destructiva, construye confianza y recompensa la ayuda mutua. Da feedback continuo y constructivo de forma permanente. Corrige errores rápido y reconoce los logros de manera oportuna. 

Todo lo mencionado con anterioridad no tiene sentido si no va acompañado de la coherencia, la autoridad moral nace de un líder que exige disciplina, respeto o entrega, pero siendo el mismo quien primero lo practica. Predicar con el ejemplo.

PLUS: Las conversaciones difíciles suelen evitarse, pero son necesarias, ¿qué estrategia recomiendas para abordar a aquellos colaboradores o equipos que están con un bajo desempeño?

Juan José Ocampos: Las conversaciones difíciles son parte esencial de la responsabilidad de liderar. Evitarlas es una falta de respeto al colaborador y al resto del equipo que sí entrega resultados. Mi recomendación sería de un enfoque estructurado, firme y humano:

a) preparar la charla con la provisión de datos objetivos

b) ser directo, claro, empático y respetuoso

c) describir el impacto no solo individual sino sistémico

d) escucha activa

d) definir expectativas claras y medibles

e) ofrecer apoyo realista (capacitación, recursos, seguimiento)

f) formalizar acuerdos y finalmente

g) hacer un seguimiento sistemático

El objetivo no es sancionar, sino ayudar a crecer. Pero tampoco es ser ingenuo: si no hay mejora, hay que tomar decisiones firmes. El feedback es también la base para sostener la meritocracia.

PLUS: ¿Qué consejos darías a los líderes para manejar los momentos de incertidumbre o crisis para mantener motivados a sus equipos y no se quiebre la cohesión?

Juan José Ocampos: Mantener una comunicación clara y frecuente (explicar situación, riesgo, plan de acción), proyectar calma con firmeza (demostrar confianza realista, no ingenua en la capacidad del equipo para superar la crisis), definir prioridades y eliminar lo accesorio, ser visible y cercano (puertas abiertas, cercanía), reconocer el esfuerzo valorando el compromiso, involucrar al equipo en la solución (consultar ideas, asignar responsabilidades), cuidar el bienestar (estrés y sobrecarga).

En definitiva, el líder en crisis no solo toma decisiones: lidera conversaciones difíciles, da feedback continuo y mantiene unido al equipo.

PLUS: Desde su visión, ¿cómo puede un líder equilibrar la exigencia de resultados con la generación de un buen clima laboral y sentido de pertenencia?

Juan José Ocampos: Para mí este es uno de los principales desafíos del liderazgo hoy en día. Muchos creen que hay que elegir entre resultados o clima, pero en realidad son dos caras de la misma moneda.

Algunas claves para lograr ese equilibrio podrían ser:

a) diseñar metas claras y alcanzables (la ambigüedad genera frustración y mal clima)

b) autonomía con rendición de cuentas

c) retroalimentación constante (evitar sistemas de evaluaciones rígidos)

d) reconocimiento genuino valorando esfuerzo y celebrando logros

e) escucha activa y clima de confianza

f) gestión justa de conflictos (tratar problemas de forma madura y sin favoritismos

g) ser un ejemplo personal (estar disponible de manera respetuosa y humilde)

En síntesis, el clima se construye todos los días, con pequeños actos de respeto, feedback honesto y coherencia entre lo que se dice y se hace.

PLUS: Finalmente, ¿qué consejo le daría a un líder joven que hoy se está formando y aspira a convertirse en formador de equipos de alto desempeño en el futuro?

Juan José Ocampos: Les diría que el liderazgo no es un cargo, es un servicio. Requiere valentía, disciplina y humildad. Que aprendan a escuchar y conviertan el feedback en un hábito, no deben tener miedo a darlo, ni recibirlo. Tampoco teman al conflicto, gestionado con respeto es una fuente de mejora. Cultiven la resiliencia, van a haber momentos duros, tu capacidad para mantener la calma y la visión es lo que va a marcar la diferencia.

La excelencia de su liderazgo la van a ver cuando su equipo se sostenga incluso sin estar presentes. No busquen brillar solos, en los logros alcanzados por tus colaboradores y el crecimiento de los mismos esta tu brillo. En el fondo, un líder joven debe entender que su mayor poder es formar a otros. Esa es la misión más exigente, pero también la más gratificante.

Perfil – Juan José Ocampos

Licenciado en psicología laboral (UNA), con especialización en psicología clínica (UNE), con más de 15 años liderando áreas de recursos humanos en empresas nacionales, multinacionales y grupos corporativos de gran porte.

Inició su carrera profesional en una de las consultoras más grandes de Paraguay, tuvo la oportunidad de trabajar en diversos rubros como: consumo masivo, industrial, retail, sector farmacéutico y salud. Además de ocupar cargo de liderazgo en rubros de telecomunicaciones, aeronáutica e instituciones de educación superior.

Es miembro de DCH Paraguay desde el 2023, miembro de APARH desde el año 2020 y de la CAPASER desde el 2024. 

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