Crédito columna: Mario Contreras del Club Networking.
Paraguay consolida su posición como una de las economías más dinámicas de la región, con indicadores que fortalecen la confianza empresarial. Compartimos un análisis breve sobre la revisión al alza de las proyecciones económicas, clave para entender el contexto actual y las oportunidades que se abren para los negocios y la inversión.
En las últimas semanas, los principales medios económicos del país han centrado su atención en la evolución positiva de la economía paraguaya, destacando las nuevas proyecciones de crecimiento y el impacto que esto puede tener para el sector empresarial.
El Banco Central del Paraguay (BCP) revisó al alza su proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto para 2025: de 4,0% a 4,4%. Esta corrección responde a un desempeño mejor de lo previsto en sectores clave como el comercio, servicios y la ganadería, que han mostrado expansión por encima de las expectativas iniciales.
Por ejemplo, el Índice Mensual de Actividad Económica acumuló un crecimiento de 5,3% hasta mayo, señal de una economía acelerándose. Al mismo tiempo, la inflación proyectada fue ajustada ligeramente a 4%, manteniéndose controlada y en línea con la meta oficial.
Esta combinación de mayor crecimiento con inflación contenida ha sido ampliamente destacada en los principales medios especializados del país, reflejando el buen momento que atraviesa la economía paraguaya.
No obstante, también se matiza que existen desafíos pendientes: Paraguay aún registra un déficit en su balanza comercial (US$ 697,9 millones en el primer semestre de 2025) pese al auge exportador.
En conjunto, esta evolución indica que el país encadena ya varios años de crecimiento por encima del 4%, lo que fortalece la confianza empresarial y las inversiones. A la vez, pone en contexto que la estabilidad macroeconómica —reflejada en un tipo de cambio estable y presión inflacionaria moderada— sigue siendo un pilar clave del entorno de negocios.
El país muestra señales claras de dinamismo económico. Pero el crecimiento por sí solo no garantiza competitividad. Es momento de pensar cómo cada empresa, grande o pequeña, puede sumar eficiencia, innovación y visión estratégica. Ese será el verdadero motor de desarrollo en los próximos años.
En este escenario de crecimiento sostenido, las empresas que planifiquen estratégicamente y adopten modelos más eficientes —apoyados en digitalización y sostenibilidad— estarán mejor posicionadas para aprovechar las oportunidades que ofrece Paraguay.
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