Paraguay: crecimiento sólido, crédito dinámico y un mercado en transición

La economía paraguaya encara 2025 con proyecciones de crecimiento por encima del 4%, sostenida por el comercio, la agroganadería y una nueva ola de construcción.

Banco Itaú señala que la iliquidez en guaraníes tiende a una fase de normalización, mientras el crédito crece a tasas superiores al 20% y el dólar se encamina a una depreciación gradual.

En la foto: Andrés Pérez, economista jefe de Itaú para América Latina; y Raúl Luraghi, director ejecutivo de mercados de Itaú Paraguay.

Andrés Pérez, economista jefe para América Latina, y Raúl Luraghi, director ejecutivo de mercados de Itaú Paraguay abordaron la coyuntura económica global y regional, así como las perspectivas de lo que resta de 2025 y parte de 2026.

Economía global y Estados Unidos

A nivel internacional, Pérez sostuvo que la economía mundial continúa creciendo en torno al 3%, un nivel cercano a su potencial y similar al del año anterior. Sin embargo, los riesgos persisten, en especial aquellos vinculados a los giros en la política económica de Estados Unidos.

El economista recordó que el 2 de abril se anunciaron distintos aranceles que, en principio, hacían prever un impacto más abrupto en la actividad global y una aceleración inflacionaria. Sin embargo, la desaceleración ha sido más gradual de lo esperado y los temores de un brote inflacionario mayor se postergaron.

En este contexto, Itaú prevé que la inflación en Estados Unidos tenderá a aumentar, presionada por los efectos de los aranceles. La Reserva Federal (FED), según Pérez, podría postergar el inicio de recortes en su tasa de referencia hasta diciembre, para luego aplicar dos reducciones adicionales en 2026.

De cara al dólar, el economista proyecta que el billete verde perderá fuerza de manera gradual a nivel global. Entre los fundamentos que sostienen esta visión, mencionó el deterioro en las finanzas públicas de Estados Unidos, con déficits fiscales previstos entre 6% y 7% del PIB hasta 2029, lo que presionará al alza el riesgo país y favorecerá la depreciación del US$.

Perspectiva regional

En la región, Pérez destacó una mejora en la confianza de los inversores hacia políticas más promercado, lo que comienza a reflejarse en un repunte de la inversión, especialmente en Chile y Perú, donde la minería muestra señales de recuperación tras años de contracción.

En Argentina, Itaú proyecta un crecimiento del 5% en 2025 y una moderación al 3,5% en 2026. Según el economista, el ajuste de la actividad ha sido más benigno de lo previsto y el proceso de estabilización y liberalización económica avanza con un fuerte anclaje en el ajuste fiscal.

Sobre Brasil, Pérez aclaró que, si bien inicialmente se hablaba de un arancel del 50%, el impacto efectivo ronda el 30% gracias a exenciones específicas. Este escenario impulsa a las economías a profundizar sus integraciones comerciales regionales, al tiempo que Argentina podría convertirse en un mercado atractivo si sostiene tasas de crecimiento en torno al 3,5% o 4%.

Paraguay: crecimiento, crédito y tipo de cambio

En cuanto a Paraguay, Itaú proyecta un crecimiento económico superior al 4% en 2025, por encima del potencial estimado de entre 3,5% y 4%. El impulso proviene del dinamismo del comercio y los servicios —favorecidos por el ajuste de precios relativos en Argentina—, además del buen desempeño del sector ganadero y la construcción.

Para 2026 se espera una moderación hacia el 3,5%. En materia cambiaria, Pérez señaló que la reciente apreciación rápida del guaraní respondió a factores locales más que internacionales. No obstante, la proyección de Itaú sitúa al tipo de cambio en torno a 7.750 guaraníes por US$ a fines de 2025, con una depreciación gradual en 2026.

En cuanto al sistema financiero, el crecimiento del crédito —que supera el 20%— acompaña la expansión económica y responde a una demanda más diversificada de financiamiento. Pérez resaltó que en ciclos expansivos el crédito suele crecer a un ritmo mayor que la actividad económica, fortaleciendo la inversión.

Respecto a la inflación, Itaú proyecta un cierre de 2025 en 4%, alineado con la meta del Banco Central. La apreciación del guaraní podría contribuir a moderar los precios de los bienes transables, aunque el efecto dependerá de la dinámica local y regional.

Pérez subrayó que Paraguay atraviesa la parte alta del ciclo económico, sin señales de desequilibrios significativos, pero con el desafío de impulsar tasas de crecimiento sostenibles más elevadas en el largo plazo.

“Paraguay está viviendo una nueva ola de construcción y dinamismo productivo”

Por su parte, Raúl Luraghi analizó los sectores con mayor potencial de crecimiento en Paraguay y explicó a la Revista PLUS que la coyuntura de iliquidez en guaraníes que marcó al sistema financiero en los últimos meses.

Los sectores que impulsan la economía

PLUS: En el caso de Paraguay, ¿en qué sectores identifican mayor potencial de crecimiento?

Raúl Luraghi: Hoy vemos un punto fuerte en lo que puede considerarse una nueva ola de construcción. A esto se suman los sectores en los que el país ya tiene fortalezas consolidadas, como la soja y la ganadería. Estos rubros están mostrando señales claras de dinamismo que pueden sostener el crecimiento en los próximos años.

Liquidez en guaraníes: de la tensión al equilibrio

PLUS: En los últimos meses se habló mucho de la liquidez en moneda guaraníes ¿Cómo evalúa esa situación?

Raúl Luraghi: Es importante aclarar que Paraguay es un mercado bimonetario. Lo que se vivió en los últimos 12 a 15 meses fue una menor disponibilidad de guaraníes, más caros, mientras el tipo de cambio no acompañaba ese movimiento.

La tasa de política monetaria del Banco Central del Paraguay llegó al 8,5% tras la inflación pospandemia. Desde agosto de 2023 hasta marzo de 2024 esa tasa fue ajustándose, cerrando en 6,00%, en línea con una inflación que volvió al 4%, dentro de la meta.

El problema fue que esa tasa de 6,00% quedó muy alineada con la de la Reserva Federal de EEUU (5,25%-5,50%). En ese escenario, muchos agentes prefirieron financiarse en guaraníes, generando cierta escasez de moneda local, mientras que para el ahorro seguía predominando el US$. Esto creó una sensación de tensión de liquidez en guaraníes.

La respuesta del Banco Central

“El Banco Central actuó inyectando moneda local. En 2023 cerramos con 14 billones de guaraníes en letras y 3,4 billones en depósitos overnight. Esa cifra se redujo a 7,8 billones en 2024 y hoy ronda los 5 billones.

En los últimos tres meses, el BCP liberó cerca de 2,3 billones de guaraníes en letras, además de inyecciones puntuales: en junio soltó unos 700 mil millones y en mayo más de 600 mil millones. Eso generó más circulante y alivió la presión sobre la tasa en moneda local”.

Migración al crédito en dólares

“Lo que vemos hoy es que, ante un guaraní todavía caro, muchos préstamos corporativos están migrando hacia el dólar, cuyo costo resulta más competitivo. Ese cambio libera presión sobre la moneda local, aunque al mismo tiempo genera movimientos internos que impactan en el tipo de cambio spot.

En definitiva, estos flujos son mayormente internos y explican en gran parte el rápido ajuste cambiario observado en los últimos meses. No siempre están ligados a factores internacionales”.

Un mercado en transición

“El mercado se está equilibrando. La expectativa es que, con un dólar más barato hacia fin de año y con tasas internas menos presionadas, el circulante de guaraníes comience a fluir con mayor normalidad.

Es cierto que las tasas altas generaron un shock momentáneo —no estamos acostumbrados en Paraguay a ver créditos corporativos en dos dígitos, como 11% o 12%—, pero fue un fenómeno transitorio. Hoy la situación ya muestra un equilibrio mayor”.

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