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Paraguay observa desde afuera: China consolida su soja en el Cono Sur

Por Alexandre Perini

Mientras Argentina, Uruguay y Brasil capturan la atención del mayor comprador mundial de soja, Paraguay corre el riesgo de quedarse al margen de un mercado que define tendencias globales.

Un mercado que cambia sin Paraguay

China ha incrementado de manera significativa sus compras de soja a Argentina y Uruguay en medio de la guerra comercial con Estados Unidos. Lo que antes era una relación complementaria, hoy se ha convertido en un cambio estratégico que redefine el mapa de proveedores sudamericanos.

Paraguay, pese a tener condiciones agrícolas favorables y un sector productivo competitivo, no forma parte de este movimiento. Los exportadores chinos priorizan países con infraestructura, acuerdos comerciales sólidos y previsibilidad en la entrega, factores donde Paraguay todavía no logra posicionarse.

“No basta con producir. Para participar en mercados globales, hay que planificar y asegurar cadenas logísticas confiables”, advierten analistas internacionales.

Cifras que explican la diferencia

  • China proyecta importar 10 millones de toneladas de soja de Argentina y Uruguay en el año comercial 2025/26, un récord histórico para la región.
  • La participación de Estados Unidos en las compras chinas cayó al 12% en 2024, mientras Brasil mantiene un 22%, consolidando su liderazgo.
  • Argentina alcanzó 50,9 millones de toneladas, más del doble que hace dos años.
  • Uruguay cosechó 4,2 millones, un crecimiento del 27% respecto al año anterior.
  • Paraguay, aunque cuenta con producción de calidad, no aparece entre los principales proveedores, lo que evidencia un problema estratégico.

Estos números muestran cómo los países del Cono Sur que combinan producción con infraestructura y acuerdos comerciales logran capturar la mayor parte del mercado global.

Por qué Paraguay se queda atrás

Tres factores explican la posición marginal del país:

  1. Infraestructura logística limitada: la falta de puertos eficientes, transporte competitivo y capacidad de almacenamiento dificulta la participación en mercados internacionales de gran volumen.
  2. Escasez de acuerdos comerciales estratégicos: mientras Argentina y Uruguay negocian activamente con China, Paraguay carece de tratados o mecanismos que faciliten exportaciones competitivas.
  3. Ausencia de una política agroexportadora clara y coordinada: sin planificación de largo plazo, Paraguay pierde ritmo frente a vecinos más ágiles.

Impacto para productores e inversores

Quedarse fuera del mercado chino no es solo una cuestión de cifras de exportación. Para los productores, significa perder la oportunidad de acceder a precios más competitivos y contratos de largo plazo. Para los inversores, implica menor atractivo en el sector agrícola, limitando capitales que podrían impulsar desarrollo e innovación.

Además, Paraguay corre el riesgo de ser visto como un proveedor secundario, donde su soja se consume principalmente en mercados locales o regionales, con menor rentabilidad.

Lecciones y oportunidades

La situación demuestra que la producción agrícola, aunque necesaria, no garantiza éxito en mercados internacionales. La combinación de logística eficiente, acuerdos comerciales, políticas públicas y visión estratégica es lo que define la competitividad real.

Paraguay todavía tiene potencial: su suelo fértil y la experiencia de sus productores son ventajas claras. Sin embargo, aprovecharlas requiere decisiones inmediatas: invertir en infraestructura, negociar tratados estratégicos y consolidar un enfoque integral en la agroindustria.

Reflexión final

“La soja no es solo un cultivo; es un instrumento estratégico en la economía global. Paraguay tiene recursos y talento, pero quedarse al margen del mercado chino puede significar perder oportunidades de desarrollo durante años. La acción no puede esperar.”

Alexandre Perini

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