Por Alexandre Perini, economista y analista financiero
¿Estamos frente a la mayor oportunidad agrícola de la última década? Lo que ocurre hoy en los campos paraguayos sugiere que la respuesta podría ser afirmativa. El maíz, ese cereal que ha acompañado la historia de la región desde tiempos ancestrales, está viviendo un momento único: su producción no solo crece, sino que lo hace impulsada por mercados internacionales, innovación en biocombustibles y una demanda interna cada vez más estratégica.
Producción histórica y récord actual
La producción de maíz en Paraguay alcanzó en 2025 un récord de 5,6 millones de toneladas, según Capeco (Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas). Esto representa un incremento de 1,9 millones de toneladas respecto al año anterior, impulsado tanto por la expansión de áreas sembradas como por mejoras en los rendimientos por hectárea.
Este crecimiento coloca al país en una posición destacada dentro del comercio regional, demostrando que Paraguay no solo produce, sino que puede competir con eficiencia y calidad en mercados internacionales.
Brasil y la diversificación de mercados
Brasil sigue siendo el principal destino del maíz paraguayo, concentrando alrededor del 90% de las exportaciones. La demanda para alimentación animal y producción industrial mantiene los precios estables y atractivos.
Pero el mercado paraguayo no se limita a Brasil. Nuevos destinos están emergiendo: Omán reactivó compras tras nueve años, mientras que Uruguay y Chile consolidan relaciones comerciales estables. Esta diversificación protege a los productores de posibles fluctuaciones de precio y amplía la presencia internacional del maíz paraguayo.
Potencial de duplicar o triplicar la producción
Capeco estima que la producción nacional podría duplicarse o triplicarse en apenas tres años, si se mantienen las inversiones y estrategias actuales. Este potencial responde a varios factores:
- Expansión de áreas cultivadas y adopción de tecnología moderna.
- Inversión en plantas de etanol, transformando maíz en energía limpia y generando valor agregado.
- Creciente demanda de la ganadería local, que depende del maíz como insumo estratégico.
Este panorama no solo abre oportunidades de negocio, sino que consolida al maíz como un motor económico estratégico para Paraguay.
Infraestructura estratégica: el segundo Puente de la Integración
La infraestructura logística es clave para sostener este crecimiento. La construcción del segundo Puente de la Integración, que conectará de manera más eficiente Paraguay con Brasil, permitirá reducir costos de transporte, agilizar envíos y aumentar la competitividad del cereal en mercados internacionales.
La inversión en logística refleja confianza en el futuro del maíz paraguayo: se prevé un aumento en los volúmenes de exportación y en la eficiencia de la cadena de valor, beneficiando tanto a productores como a inversores.
Riesgos y desafíos a considerar
No obstante, existen riesgos que podrían ralentizar el crecimiento. La dependencia del mercado brasileño sigue siendo un punto vulnerable, mientras que factores climáticos y fluctuaciones de precios internacionales podrían afectar la rentabilidad.
La sostenibilidad también juega un papel crucial: mantener prácticas agrícolas responsables será indispensable para equilibrar crecimiento y protección ambiental. Aun así, los productores paraguayos y las autoridades están implementando estrategias para mitigar estos riesgos y asegurar un desarrollo sostenible.
Maíz: motor de desarrollo económico
El impacto del maíz va más allá del campo. La creciente producción y exportación genera empleo, incentiva inversión en tecnología y fortalece la ganadería local, cerrando un ciclo virtuoso de producción, transformación y consumo.
Para los inversionistas, esto representa una oportunidad concreta. La combinación de demanda creciente, infraestructura estratégica y diversificación de mercados convierte al maíz paraguayo en un activo con alto potencial de retorno. Invertir hoy podría significar aprovechar la ventana antes de que los números reflejen el pleno potencial del mercado.
Paraguay transforma su ventaja comparativa en oportunidad
La historia reciente demuestra que Paraguay puede convertir su ventaja agrícola en oportunidades sostenibles y estratégicas. El maíz ya no es solo alimento: es inversión, estrategia y futuro.
Con planificación, infraestructura adecuada y visión de mercado, Paraguay podría no solo satisfacer la demanda regional y global, sino consolidarse como líder agrícola del continente.
Hoy, el maíz paraguayo es más que un cereal; es motor de desarrollo económico y puente hacia el futuro. La pregunta clave para productores e inversionistas es: ¿invertir hoy o esperar a que los números sean aún más grandes?
Alexandre Perini
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