Por Wildo González, economista de BASA Capital.
El informe económico de BASA Capital, elaborado por el economista Wildo González, destaca que la inflación de octubre registró una nueva sorpresa negativa. El rápido descenso de la inflación subyacente (SAE) sugiere un traspaso cambiario más intenso de lo habitual, lo que podría llevar al Banco Central del Paraguay a considerar una reducción de su Tasa de Política Monetaria (TPM) en los próximos meses.
La inflación de octubre se ubicó en -0,14% mensual, por debajo de las expectativas del mercado (0,1%), acumulando así tres sorpresas negativas consecutivas. Pero lo más relevante, según el análisis de BASA Capital, no está en los componentes volátiles, sino en la inflación subyacente (SAE), que cayó -0,23% mensual y se situó en 2,32% anual, su nivel más bajo en varios años.
El informe, resalta que esta caída acelerada responde a un traspaso asimétrico del tipo de cambio: mientras los aumentos del dólar en meses anteriores no se reflejaron plenamente en los precios, la reciente apreciación del guaraní sí se trasladó rápidamente tanto a bienes como a servicios y rentas.
Un cambio estructural en la dinámica de precios
Uno de los hallazgos más llamativos del informe es el comportamiento atípico de la inflación de servicios y rentas, que en octubre fue de 0,0% mensual, manteniéndose sin variaciones.
Esta estabilidad podría indicar que parte de los precios del sector servicios, como salarios o alquileres, está más dolarizada de lo que se suponía, lo que explicaría su rápida reacción frente a la apreciación del guaraní.
A la par, los bienes no alimenticios llevan tres meses consecutivos de caídas, reforzando la idea de que el ajuste de precios es más persistente de lo habitual. Esto, combinado con el mayor dinamismo del comercio interno y el aumento de las importaciones de consumo, sugiere una rotación acelerada de inventarios, donde los comercios ajustan precios a la baja ante un entorno cambiario favorable.
Inflación contenida y meta en el horizonte
Con una inflación total de 4,12% anual, el informe señala que el país mantiene una convergencia ordenada hacia la nueva meta del Banco Central del Paraguay (BCP), fijada en 3,5% (±2%).
Sin embargo, el descenso más veloz de la inflación subyacente, desde 3,91% en julio a 2,32% en octubre, plantea interrogantes sobre la velocidad y los mecanismos de transmisión de la política cambiaria a los precios internos.
“El comportamiento de la inflación SAE está muy por debajo de sus promedios históricos, lo que evidencia un ajuste más rápido y asimétrico ante los movimientos del tipo de cambio”, explica.
Escenario monetario: ¿se aproxima un recorte de tasas?
El contexto internacional también podría favorecer un cambio de rumbo.
Con la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) avanzando en recortes de tasas de interés, y un entorno local de inflación contenida y tipo de cambio apreciado, el BCP podría encontrar margen para ajustar su Tasa de Política Monetaria (TPM).
El informe de BASA Capital prevé que, si en noviembre se repite una caída significativa de la inflación SAE, el Comité de Política Monetaria (CPM) podría incluso evaluar un recorte de 25 puntos base en diciembre.
De no ser así, el escenario más probable apunta a una reducción durante el primer trimestre de 2026, con una TPM proyectada de 5% anual hacia diciembre del próximo año.
Perspectiva: menor presión inflacionaria y oportunidad para ajustar
El estudio concluye que el comportamiento reciente de la inflación paraguaya, junto con la persistente apreciación del guaraní y un entorno externo más laxo, crean una ventana de oportunidad para que el Banco Central adopte una postura monetaria más flexible, sin comprometer la estabilidad de precios.
“La inflación total ya no es una amenaza, pero el descenso acelerado de la inflación subyacente merece una lectura cuidadosa. El desafío será mantener una convergencia sostenible, no impulsada solo por factores cambiarios temporales”, advierte el informe.

