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Paraguay ante el umbral del grado de inversión: oportunidades claras, reformas pendientes

Fitch Ratings incluyó al país entre las cuatro economías latinoamericanas con mayor potencial de ascenso crediticio. Sin embargo, el informe también expone con nitidez los desafíos estructurales que aún deben resolverse.

Paraguay volvió a situarse en el radar internacional tras la publicación del más reciente informe de Fitch Ratings, donde la calificadora identifica al país como una de las “estrellas en ascenso” de la región con posibilidades reales de alcanzar el ansiado grado de inversión. No obstante, el documento es enfático: el progreso no está garantizado y depende de una serie de reformas que el país deberá ejecutar con consistencia y disciplina.

Aunque Paraguay se encuentra mejor posicionado que Guatemala, Costa Rica y República Dominicana, su camino todavía presenta pendientes importantes.

Crecimiento económico: un repunte que aún debe consolidarse

Fitch destaca que el país exhibe un renovado dinamismo económico tras varios años de expansión moderada. Entre 2020 y 2024, Paraguay creció en promedio 2,5%, mientras que las proyecciones apuntan a 4,8% en 2025, 4,3% en 2026 y a una tendencia hacia el 4% en los años siguientes.

Sin embargo, este desempeño, aunque positivo, no se distancia lo suficiente de la mediana de las economías con calificación “BB”. Eso significa que el país todavía no tiene garantizada una convergencia rápida hacia el ingreso per cápita típico de los países “BBB”.

La calificadora subraya que, para sostener un crecimiento estructural más elevado, Paraguay deberá depender de megaproyectos, como Paracel, cuya viabilidad financiera aún se encuentra bajo análisis.

Reformas, gobernanza y una institucionalidad a prueba

El informe reconoce que Paraguay exhibe el mayor impulso reformista reciente entre sus pares. Los avances se apoyan en dos programas con el FMI y en leyes aprobadas desde 2023, entre ellas la superintendencia de pensiones, la normativa de créditos de carbono, la modernización de las APP y varias reformas administrativas.

Pero Fitch no oculta su preocupación: la gobernanza sigue siendo una debilidad clave. El test más importante será la reforma de la Caja Fiscal, cuyo déficit creciente compromete la sostenibilidad del gasto público. De no resolverse, advierte la calificadora, cumplir el límite de déficit de 1,5% será cada vez más complejo, en un contexto donde salarios y pensiones representan el 54% del gasto primario.

Sin esa reforma, Paraguay podría enfrentar el dilema entre recortar inversión pública o recurrir a subas impositivas políticamente difíciles.

Disciplina fiscal en un entorno exigente

El país vio deteriorarse su perfil fiscal después de la pandemia, cuando la relación deuda/PIB pasó de 18% a 38% entre 2018 y 2024 y la regla fiscal fue flexibilizada en varias ocasiones. Si bien el proceso de consolidación está encaminado para retornar al límite del 1,5%, Fitch exige señales de continuidad, especialmente durante los ciclos electorales, terreno donde Paraguay históricamente ha fallado.

Un sistema tributario demasiado pequeño

Uno de los puntos más sensibles del informe es la necesidad de elevar la recaudación y ampliar la base impositiva. Paraguay recauda apenas 13% del PIB, uno de los niveles más bajos de América Latina. Los ingresos del gobierno alcanzan el 19% del PIB, lejos de la mediana “BB” de 27,6% y de la mediana “BBB” de 23,2%.

Fitch señala que el esquema tributario 10/10/10 limita el gasto en capital humano, infraestructura y protección social. La fusión aduanas-tributación fue un paso adelante, pero la calificadora observa con cautela que el Gobierno mantiene una postura de no crear nuevos impuestos, ampliar exoneraciones y concentrarse únicamente en mejoras administrativas.

El resultado: un espacio fiscal demasiado estrecho para sostener servicios públicos de calidad y enfrentar eventuales shocks.

Alta exposición a deuda en moneda extranjera

Otro aspecto crítico es la composición de la deuda pública. Paraguay tiene una de las proporciones más altas de deuda en moneda extranjera entre los países “BB”: 88% en 2024. Las emisiones globales en guaraníes son valoradas como un paso positivo, pero Fitch enfatiza que no sustituyen la necesidad de desarrollar un mercado de capitales local profundo.

Además, aun las emisiones internacionales en moneda local son consideradas deuda externa y están expuestas a riesgos de cierre abrupto en contextos de crisis globales.

El rol del Banco Central y los riesgos cuasifiscales

Si bien las finanzas del BCP hoy no representan un desequilibrio macroeconómico significativo, Fitch advierte sobre posibles riesgos derivados de operaciones de esterilización costosa, que pueden deteriorar el balance del banco central, generar déficits cuasifiscales y crear presiones adicionales sobre el tipo de cambio.

Una última ventana de oportunidad

El informe cierra con una observación crucial: el puntaje del modelo SRM (Sistema de Calificación Soberana) para Paraguay se deterioró y podría tardar años en recuperarse. Sin embargo, Fitch deja abierta la posibilidad de una mejora si la evolución de las reformas, la estabilidad macroeconómica y el crecimiento superan lo que el modelo predice.

En otras palabras: Paraguay tiene una oportunidad única, pero deberá demostrar, con hechos, disciplina y capacidad institucional, que está preparado para dar el salto al grado de inversión.

 

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