Madrid, 16 dic (EFE).- Las grandes bolsas mundiales, el precio de materias primas o metales preciosos (oro o plata), y algunas criptomonedas, como el bitcóin, han registrado este año máximos históricos en un contexto convulso (guerra arancelaria) y con dudas sobre la evolución de los tipos de interés.
La abundante liquidez y la debilidad del dólar, que se deprecia alrededor del 15 % este año con el euro, hasta 1,17 dólares, también se convirtieron en condicionantes de la evolución de los precios de los mercados, activos y materias primas.
La bolsa española se ha revelado como una de las más destacadas del mundo este año, con una subida acumulada desde enero del 47 %, en gran parte por los bancos e Inditex, y se sitúa ahora en máximos históricos y por encima de 17.000 puntos.
El resto de las plazas internacionales también tiene un buen año y han alcanzado máximos históricos en el transcurso de este ejercicio: Milán sube el 30 % y Fráncfort más del 20 %; Tokio y Hong Kong alrededor del 25 %; en Wall Street el índice Dow Jones de Industriales y el S&P 500 avanzan cerca del 15 %.
La «guerra arancelaria» desatada al comienzo de abril por el presidente estadounidense, Donald Trump, afectó a los mercados y generó reacciones curiosas, también por su intrusión en las decisiones de política monetaria. Al igual que el cierre de la administración estadounidense, entre octubre y noviembre.
Si al principio esas decisiones comerciales provocaban pérdidas a los mercados, llegado el fin del ejercicio, se ha comprobado que fueron un efecto perturbador, pero no determinante para la evolución de los mercados.
Por ejemplo, el bitcóin descendía en esas fechas, al comienzo de la primavera, hasta 74.425 dólares, mínimo del año mientras que el oro repuntaba y tocaba el precio de 3.500 dólares la onza.
Sin embargo, el bitcóin alcanzaría su máximo histórico el 6 de octubre en 126.215 dólares (récord de cierre el 6 de octubre en 125.260,81 dólares) por la incertidumbre sobre la evolución de los tipos de interés en Estados Unidos. Hasta ahora, en el año pierde un 8 % (terminó 2024 en 93.700 dólares).
Antes de que empezaran a surgir dudas sobre la valoración y rentabilidad de empresas con inversiones o intereses en inteligencia artificial, la bolsa y otros activos continuaron incrementado su precio, por motivos variados: treguas o acuerdos arancelarios, situación monetaria, datos de actividad o resultados empresariales.
La mayoría de los máximos históricos de bolsas y materias primas acontecía al final del ejercicio, cuando también concurrían otros factores que propiciaban esa situación.
La escasez de producción por el cierre de alguna mina y el alza de la demanda llevaban al cobre a cerca de 12.000 dólares la tonelada, con un alza del 35 % en el año.
La especulación, las dudas sobre la inflación y los tipos de interés en Estados Unidos, el papel de fondos cotizados y otros motivos alzaban al oro a un máximo histórico intradía en octubre en 4.381,5 dólares.
La onza de plata se acercaba a 65 dólares a final de año por cuestiones especulativas, por la falta de existencias y su demanda en la industria fotovoltaica.
Acaba el ejercicio con los mercados y otros activos beneficiados por la contención de la inflación, de los resultados empresariales y la bajada de los tipos de interés por los bancos centrales de las grandes economías mundiales (en Estados Unidos se situaban en el 3,5-3,75 % tras la rebaja de la semana pasada).
Respecto al precio del petróleo y después de que el monopolio petrolero OPEP considerara que la demanda se mantendrá bastante estable el próximo año, el barril de Brent descendía de 60 dólares en estas fechas y acumulaba un abaratamiento del 20 % este año, que apenas se reflejaba en el precio de los combustibles. EFE
