El uso de tarjetas acelera el consumo y refuerza la confianza en los pagos electrónicos. La inversión en tecnología financiera impulsa un cambio de hábito que ya es parte del día a día.
El consumo con tarjetas en Paraguay mantiene una tendencia firme al alza. Durante 2025, las compras de productos y servicios realizadas con débito y crédito proyectan un crecimiento del 35%, confirmando el avance sostenido de los pagos electrónicos en la economía local.
Este crecimiento no solo se refleja en montos, sino también en la intensidad de uso. La cantidad de transacciones aumentó 42% frente a 2024, señal de que cada vez más personas incorporan la tarjeta como medio habitual de pago, priorizando agilidad y seguridad.
Tanto las tarjetas de débito como las de crédito muestran desempeños similares, con subas del 34% y 35%, respectivamente. En el caso del débito, el impulso proviene de una mayor bancarización y del uso creciente de QR y billeteras, mientras que el crédito continúa expandiéndose gracias a promociones y beneficios financieros.
Este dinamismo acompaña un contexto macroeconómico favorable. Paraguay cierra su tercer año consecutivo de crecimiento robusto, con una expansión estimada del 6% en 2025, según el Banco Central del Paraguay, escenario que fortalece la inversión en infraestructura de pagos digitales, refiere el informe financiero de Bancard de diciembre.
Además, la interoperabilidad ya alcanza al 80% del sistema, facilitando una experiencia de compra más integrada y eficiente. Eventos de alto impacto, como el Black Friday, también marcaron el ritmo del año, con récords históricos de consumo y transacciones electrónicas.
El resultado es claro: el consumo con tarjeta dejó de ser una tendencia para convertirse en un hábito consolidado, impulsado por la inversión tecnológica y la transformación digital del mercado paraguayo.
