La inflación anual fue del 3,1%, menor a la de 2024, en un contexto de baja de precios clave.
El escenario refuerza la previsibilidad económica y mejora el clima para la inversión.
Paraguay cerró el año 2025 con una inflación acumulada del 3,1%, por debajo del 3,8% registrado en 2024, de acuerdo con el informe del Banco Central del Paraguay (BCP). El resultado confirma una desaceleración sostenida de los precios y consolida un escenario macroeconómico favorable para el sector productivo y los inversores.
En diciembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentó una variación de -0,3%, inferior al 0,7% observado en el mismo mes del año anterior. La baja estuvo explicada principalmente por la reducción de precios en alimentos, especialmente rubros volátiles, combustibles y bienes durables de origen importado.
Las disminuciones en hortalizas y productos lácteos respondieron a una mayor oferta local y a condiciones climáticas favorables, mientras que la caída en los precios de combustibles estuvo asociada a menores cotizaciones internacionales del crudo. A esto se sumó la apreciación del guaraní frente al dólar, que incidió en la baja de precios de vehículos y electrodomésticos importados.
Si bien algunos servicios mostraron incrementos, principalmente en turismo, gastronomía y salud, estos ajustes no lograron revertir la tendencia general de contención inflacionaria.
Desde una mirada económica y empresarial, el cierre inflacionario de 2025 fortalece la previsibilidad, un factor clave para la planificación de inversiones, la estabilidad de costos y la toma de decisiones de largo plazo. En un contexto regional marcado por mayores presiones inflacionarias, Paraguay se posiciona con una ventaja competitiva, consolidando su atractivo como destino para proyectos productivos y de inversión, tanto locales como del exterior.
