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Economía, ¿el mundo del revés?

Por Alejandro Kladniew, socio gerente de Paraguay Development.

La Unión Industrial de Paraguay solicita actualización de las tarifas eléctricas

Como se dice “peino canas hace mucho tiempo” y nunca vi en el mundo que un colectivo que defiende los intereses de las empresas solicite al gobierno que actualice tarifas de servicios públicos, pasan cosas raras y originales en Paraguay. En la mayoría de los casos del mundo, los industriales piden que se bajen las tarifas. Esto siempre implica que el estado subsidie, es decir que subsidie la población a través de impuestos o a través de inflación, porque nada es gratis, y siempre alguien paga. Aunque la gente desee pensar que es gratis y que lo paga “otro”.

Pero los industriales están pensando de modo estratégico, es decir, se dan cuenta que, si con las tarifas actuales no se cubre el costo de la electricidad y, es más, no se hacen todas las urgentes inversiones que se necesitan, a mediano plazo está en serio riesgo el servicio de energía, esto es poner en riesgo el desarrollo del país, la inversión y el sostenimiento y creación de empleo.

Al respecto, es imprescindible diferenciar en el tema tarifas a los que necesitan los subsidios y a quienes no los necesitan, es decir, subsidiar a todos los consumidores, sin ninguna discriminación, no es ni humanismo ni sensibilidad social, sino demagogia, y nos llevará a tener en el futuro mediato, una pésima calidad de servicio, que de hecho hoy no es de la mejor, y a serios problemas de orden macroeconómico.  Casi todos ya sabemos que gran parte de la población de Paraguay es posible que requiera de algún tipo de subsidio para poder utilizar la energía eléctrica, por lo menos en lo personal, y si se hace en forma eficiente y sin ningún tipo de prebenda, estoy totalmente de acuerdo en esto.

El problema en Paraguay no es nuevo, más bien es endémico, y lo que hace este gobierno es darle continuidad a una política histórica errada en términos del manejo de las empresas públicas y las tarifas. Posiblemente propender a sincerar las tarifas, así como otras medidas que se evitan en decenas de casos que requieren de correcciones, no es simpático, pero es urgente e importante si deseamos que haya un futuro posible para el país.

Es menester recordar y agregar que todos los especialistas en tecnología y energía anuncian que, con la inteligencia artificial, el consumo de electricidad se disparara. Según la Unión Industrial de Paraguay (UIP), las inversiones se han dirigido a la transmisión y distribución, las cuales eran imprescindibles, pero no a la generación, entonces si estimamos nueva demanda en los próximos años, no tendremos energía disponible.

Me parece interesante y ejemplificador observar lo que sucede en Argentina desde hace tiempo, pero que se puso de manifiesto a fines del mes de junio y comienzos a comienzos de julio con la ola de frio que llego a la región. Se produjeron cortes de electricidad en varias ciudades del país y cortes del suministro de gas. En este último caso, no alcanzó con que las industrias dejaran de utilizar gas, ya que aun así hubo ciudades enteras que se quedaron sin el suministro. Estos cortes no tienen otro motivo que la falta de inversión histórica por tarifas subsidiadas. Consideremos que la situación de Argentina actual tiene mejor pronostico que Paraguay a nivel energético, por su cantidad de fuentes naturales de energía disponibles y porque está acomodando tarifas y abriendo la inversión a capitales internacionales, que están llegando al país vecino, después de años de atraso.

Creo que el mundo, en general, vive un periodo en donde se le da más preminencia al presente que al futuro, creo que mucho más que lo que esto pasaba en generaciones anteriores, es la idea de la satisfacción inmediata, un peligroso fenómeno mayoritario actual que tiene ribetes, en algunos casos, de infantilismo. Porque hay demandas y necesidades que inevitablemente para poder ser satisfechas requieren de trabajo y tiempo. Hay culturas y sociedades donde esta característica esta exacerbada y otras donde esta atenuada; debo decir que opino que en Paraguay mirar al mediano y largo plazo, parece una quimera y esto se refleja en muchas condutas sociales y obviamente en lo político. Un enorme problema sociocultural sobre el que es menester trabajar, y en este caso la UIP con su mensaje nos llama a la reflexión y nos transmite una señal de aliento, es decir, no dejemos de atender lo inmediato, pero podamos pensar en lo mediato. Debemos apoyar y militar en este tipo de pensamiento, si deseamos un mañana posible.

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