Paraguay en la era de la digitalización financiera: ¿estamos listos para el salto?

Por Alexandre Perini

La economía global se encuentra en un proceso de transformación tan veloz que, muchas veces, resulta difícil dimensionar lo que está ocurriendo hasta que el cambio ya se ha consolidado. La digitalización de los mercados financieros es uno de esos fenómenos silenciosos, pero decisivos, que están marcando un antes y un después en la forma en que las personas, las empresas y los países acceden al capital.

En este contexto, Paraguay acaba de dar un paso histórico: la Bolsa de Valores de Asunción (BVA) se moderniza con tecnología de Nasdaq, conectando al país con estándares internacionales de negociación, automatización y transparencia. Para quienes no lo conocen, Nasdaq es uno de los mercados bursátiles más grandes y reconocidos del mundo, con sede en Estados Unidos, famoso por su enfoque tecnológico y por listar compañías como Apple, Microsoft y Tesla. Este avance no es un hecho aislado, sino parte de un movimiento global que redefine cómo se invierte, cómo se financian los proyectos y cómo se integra una economía al mundo.

La pregunta es inevitable: ¿están los inversionistas paraguayos, los empresarios locales y la ciudadanía en general preparados para aprovechar esta oportunidad?

  1. El contexto global: del papel a la nube

Hace apenas dos décadas, gran parte de las operaciones bursátiles en América Latina se registraban en papel. Los corredores hablaban por teléfono, los contratos eran físicos y los tiempos de liquidación podían extenderse días. Hoy, gracias a la digitalización, es posible comprar y vender títulos en cuestión de segundos, con registros automáticos, trazabilidad y seguridad en la nube.

La transición no fue solo tecnológica, sino cultural. Los inversionistas debieron aprender a operar en plataformas digitales, los reguladores a supervisar con nuevas herramientas y los intermediarios a reinventarse. Lo mismo está comenzando a suceder en Paraguay.

El sistema electrónico de Nasdaq permite que la BVA funcione con los mismos estándares de mercados como Nueva York, São Paulo o Madrid. Esto significa que los títulos emitidos en Paraguay serán más fáciles de negociar, más transparentes y más atractivos para inversionistas internacionales.

  1. Paraguay frente a la oportunidad histórica

La economía paraguaya ha demostrado en los últimos años una estabilidad macroeconómica envidiable en la región: bajo nivel de deuda pública, inflación controlada y crecimiento sostenido. Sin embargo, su mercado de capitales sigue siendo pequeño y poco profundo en comparación con otros países de la región.

La adopción del sistema Nasdaq abre la posibilidad de cambiar esa realidad. Si se logra consolidar un mercado más dinámico, Paraguay podrá:

  • Atraer capital extranjero para proyectos productivos.
  • Ofrecer nuevas alternativas de inversión a ciudadanos y empresas locales.
  • Reducir costos de financiamiento para el sector privado.
  • Incrementar la liquidez y el volumen de operaciones en la BVA.

Pero nada de esto ocurrirá automáticamente. La digitalización es apenas la puerta de entrada; el verdadero desafío está en la confianza y participación de los actores locales.

  1. El inversionista paraguayo: entre la oportunidad y la duda

Para muchos paraguayos, la Bolsa de Valores sigue siendo un terreno lejano, casi exclusivo para bancos o grandes empresas. La realidad es que el mercado bursátil puede ser accesible a pequeños y medianos inversionistas, siempre que exista educación financiera y mecanismos adecuados de inclusión.

Con la digitalización, comprar un bono o una acción será tan sencillo como realizar una transferencia bancaria. Pero la facilidad no garantiza éxito. Invertir exige conocimiento, estrategia y disciplina. En un mercado más ágil, las oportunidades serán mayores, pero también los riesgos.

El desafío está en pasar de una cultura financiera basada en el ahorro tradicional –cuentas de ahorro o depósitos a plazo fijo– hacia una visión más amplia, donde el mercado de capitales se convierte en una opción real para diversificar patrimonios y generar riqueza.

  1. Educación financiera: la clave que no se puede ignorar

La digitalización sin educación puede convertirse en un espejismo. Un inversionista sin preparación puede tomar decisiones apresuradas, guiado por la emoción o la moda, y perder dinero en un mercado que exige análisis y planificación.

Aquí surge la necesidad de una política pública y privada de educación financiera más sólida. No se trata solo de enseñar qué es un bono o una acción, sino de transmitir cómo se evalúan riesgos, cómo se construye un portafolio diversificado y cómo se toman decisiones de inversión a largo plazo.

En este sentido, es importante mencionar conceptos que están revolucionando el mundo financiero:

  • Fintechs: empresas que utilizan tecnología para ofrecer servicios financieros de manera más rápida, económica y accesible, como aplicaciones de inversión, pagos digitales o préstamos en línea.
  • Blockchain: un sistema de registro de información descentralizado y seguro, que permite que las transacciones se registren de forma transparente e inmutable, aumentando la confianza en los mercados y reduciendo riesgos de fraude.

Paraguay tiene la oportunidad de aprender de experiencias internacionales y preparar a su población para ser protagonista, y no espectadora, de este salto tecnológico-financiero.

  1. La integración internacional: Paraguay en el radar

Uno de los efectos más poderosos de la digitalización es la integración internacional. Con el sistema Nasdaq, la BVA se conecta a una red global que incluye más de 3.500 bancos, intermediarios y reguladores en todo el mundo.

Esto significa que un inversionista en Nueva York, Madrid o São Paulo podrá mirar con mayor facilidad hacia Paraguay, siempre que encuentre un mercado confiable, transparente y con instrumentos atractivos.

En paralelo, los inversionistas paraguayos podrán acceder a productos y oportunidades en el exterior, ampliando su horizonte y conectándose con tendencias globales como bonos verdes, fintechs innovadoras, startups tecnológicas o proyectos de impacto social.

  1. Oportunidades para el desarrollo del país

La modernización del mercado de capitales no es solo una cuestión de inversionistas individuales. También tiene un impacto directo en el desarrollo económico del país.

Un mercado más dinámico puede:

  • Financiar infraestructura: carreteras, energía, vivienda.
  • Impulsar la innovación: startups y proyectos tecnológicos encuentran capital más accesible gracias a fintechs.
  • Fomentar la sostenibilidad: emisiones de bonos verdes y sociales que canalizan recursos hacia proyectos responsables.
  • Apoyar al agro y la industria: sectores estratégicos para Paraguay que necesitan financiamiento a gran escala.

En este sentido, la Bolsa de Valores se convierte en una herramienta clave para conectar el ahorro nacional con la inversión productiva, generando un círculo virtuoso de crecimiento.

  1. El riesgo de quedarse atrás

Al mismo tiempo, existe un riesgo latente: que la modernización quede en manos de pocos y no se traduzca en beneficios reales para la mayoría.

Si los ciudadanos no se educan, si las empresas no aprovechan las nuevas herramientas y si los reguladores no fortalecen la supervisión, Paraguay corre el riesgo de tener una Bolsa más moderna en lo técnico, pero igual de limitada en su alcance.

La inclusión es, por lo tanto, un objetivo central. La digitalización debe democratizar el acceso y no profundizar las brechas entre quienes saben y quienes no.

  1. El papel de los reguladores y el Estado

La Comisión Nacional de Valores (CNV), el Banco Central y las propias autoridades gubernamentales tienen un rol fundamental. No basta con actualizar la tecnología: es necesario actualizar también las reglas del juego, garantizar la protección al inversionista y fomentar la transparencia.

Además, el Estado puede aprovechar este momento para impulsar la emisión de deuda pública en la BVA, creando una curva de referencia que dé mayor confianza al mercado y ofrezca opciones seguras para inversionistas que recién comienzan.

  1. Mirando hacia el futuro: más allá de la Bolsa

La modernización de la BVA es un hito, pero no debe verse como un punto final, sino como un punto de partida.

El futuro financiero de Paraguay incluye:

  • La expansión de fintechs que facilitan el acceso a inversiones.
  • El uso de blockchain para operaciones más seguras y rápidas.
  • La llegada de productos financieros sostenibles y de impacto.
  • La construcción de un ecosistema donde la tecnología, la educación y la regulación trabajen de la mano.

Conclusión: un país frente a su oportunidad

Paraguay se encuentra en un momento bisagra. La digitalización de su Bolsa de Valores, de la mano de Nasdaq, coloca al país en el mapa financiero global. Pero la verdadera transformación dependerá de la capacidad de los paraguayos para educarse, innovar y confiar en sus instituciones.

El futuro no está escrito. Puede ser el inicio de un mercado más profundo, inclusivo y dinámico, capaz de financiar el desarrollo y generar oportunidades para miles de personas. O puede quedar como un avance técnico sin impacto real en la vida cotidiana.

La decisión está en manos de todos: inversionistas, empresarios, reguladores, educadores y ciudadanos. La pregunta es clara: Paraguay, ¿estás listo para dar el salto?

Alexandre Perini

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