El dinamismo económico sigue marcando el pulso del 2025, con un desempeño destacado en los sectores de servicios, manufacturas y producción primaria. El Imaep revela señales de expansión sostenida pese a ciertos frenos en la construcción y la soja.
El pulso firme de la economía
El Banco Central del Paraguay (BCP) confirmó que la economía nacional mantiene su marcha ascendente. En septiembre de 2025, el Indicador Mensual de Actividad Económica del Paraguay (Imaep) registró un crecimiento interanual del 6,7%, acumulando un avance del 5,8% en lo que va del año.
La cifra refuerza la tendencia positiva que viene consolidándose desde comienzos del año, sustentada en la recuperación de los principales motores productivos.
Según el informe, los servicios, el sector manufacturero y la producción primaria fueron los grandes protagonistas del impulso económico, compensando las caídas registradas en la construcción y en la producción de soja.
El campo, nuevamente en movimiento
El sector primario mostró una variación interanual positiva del 7,7%, y acumuló un crecimiento del 4,7% hasta septiembre.
El repunte agrícola se explica principalmente por mejores rendimientos de maíz, trigo, arroz y algodón, de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
No obstante, la menor producción de soja, cultivo emblemático del país, moderó el ritmo de expansión.
En la ganadería, el aumento del faenamiento de cerdos y aves, así como una mayor producción de leche cruda y huevos, aportó a la recuperación del rubro. Aun así, el menor sacrificio de bovinos limitó el crecimiento total del subsector pecuario. También se destacó el buen desempeño de la minería, especialmente en la extracción de piedras y arenas.
Industria con impulso, pero con contrastes
El sector secundario, que incluye la industria manufacturera, la energía y la construcción, creció 4,9% interanual y 6,9% en lo que va del año.
La generación y distribución de energía eléctrica, junto con los servicios de agua y saneamiento ambiental, continuaron empujando la actividad. Sin embargo, la construcción experimentó una contracción, atribuida a un menor ritmo en obras públicas y privadas, lo que plantea un foco de atención de cara al cierre del año.
Las manufacturas, por su parte, mantuvieron su dinamismo con un incremento del 6,9% interanual y 6,0% acumulado.
Entre los rubros que aportaron al crecimiento se destacan la producción de carnes, aceites, lácteos, azúcar, bebidas y tabacos, papel, químicos y maquinaria industrial. En contraste, la industria maderera y textil siguieron enfrentando caídas, reflejando los desafíos de competitividad en estos segmentos.
Servicios: el motor más fuerte
El sector servicios fue el que más contribuyó al crecimiento, con un incremento interanual del 7,7% y un acumulado de 5,4% hasta septiembre.
El dinamismo provino de comercio, transporte, intermediación financiera, restaurantes y hoteles, telecomunicaciones, servicios empresariales e inmobiliarios. La expansión en estos rubros muestra el fortalecimiento del consumo interno y la recuperación del movimiento urbano y comercial, en línea con un mayor flujo de crédito y una demanda más estable.
Incluso los servicios gubernamentales aportaron de forma moderada al crecimiento, completando un panorama de expansión generalizada en la economía terciaria.
La economía sin agricultura también avanza
Si se excluyen los efectos de la agricultura y de las binacionales, el Imaep sin agricultura ni binacionales creció 6,8% interanual y 6,0% en lo que va del año.
Esta métrica es relevante porque refleja el pulso interno de la economía paraguaya, despojada de los factores externos vinculados a los cultivos o a la energía hidroeléctrica.
El dato consolida la idea de una recuperación sostenida y diversificada, donde la actividad productiva y de servicios mantiene un ritmo firme de crecimiento.
Perspectivas hacia el cierre del 2025
Con nueve meses en positivo, el desempeño del Imaep deja entrever un cierre de año marcado por la estabilidad y la expansión, aunque con retos visibles en sectores como la construcción y algunas ramas industriales.
El Banco Central proyecta que, de mantenerse la tendencia, el 2025 podría consolidarse como uno de los años de mayor crecimiento interanual reciente, impulsado por un escenario de precios estables y una mejora en la demanda regional.

