Itaú proyecta un crecimiento del 5% para 2025 y del 4% para 2026, con inflación controlada y déficit fiscal en baja. El país mantiene su atractivo como destino de inversión en un contexto regional desafiante.
Asunción (Paraguay).- El más reciente informe macroeconómico de Itaú destaca que Paraguay continúa mostrando un desempeño sólido, con una economía que crece por encima del promedio regional y con fundamentos macroeconómicos que refuerzan su estabilidad.
El banco proyecta un crecimiento del PIB del 5% en 2025 y del 4% en 2026, impulsado por la producción agrícola, la industria manufacturera y los servicios, especialmente el comercio y el turismo
La inflación se mantiene controlada dentro del rango objetivo del Banco Central del Paraguay (BCP), ubicándose en 3,9% para 2025 y con una expectativa de 3,5% para 2026, en línea con el objetivo del 3,5% ± 2%
La estabilidad de precios se ve favorecida por la apreciación del guaraní frente al dólar estadounidense, que ronda el 12% desde junio de 2025, y por una política monetaria prudente, con la tasa de referencia en 6,00%, nivel que se mantiene estable desde hace 19 meses, refiere el informe elaborado por Mario Mesquita, economista jefe de Banco Itaú.
En el frente fiscal, el déficit del sector público se redujo a 2,3% del PIB en octubre y se proyecta en 1,9% para 2025, con una caída adicional a 1,5% en 2026, en cumplimiento con la Ley de Responsabilidad Fiscal. Este desempeño refuerza la confianza de los inversores en la disciplina macroeconómica del país, que continúa atrayendo capital extranjero y posicionándose como un entorno favorable para la inversión privada.
El estudio también subraya el fortalecimiento de las reservas internacionales, que cerrarían 2025 en torno a US$ 10.000 millones, y una tasa de desempleo estable en torno al 5,8%. Estos indicadores, sumados al orden fiscal y monetario, consolidan a Paraguay como una de las economías más equilibradas y previsibles del Cono Sur.
El informe de Itaú concluye que la combinación de crecimiento sostenido, baja inflación y prudencia fiscal deja a Paraguay en una posición de fortaleza para 2026, con riesgos al alza para el crecimiento y un clima propicio para nuevas inversiones en infraestructura, energía y agroindustria.

