Con tecnología, visión empresarial y fuerte apuesta de capital, un cultivo no tradicional comienza a transformar la matriz agrícola y social del Chaco paraguayo.
La producción de dátiles dejó de ser una experiencia experimental para convertirse en una de las apuestas agrícolas más innovadoras del país. El proyecto impulsado por La Herencia SA demuestra que, con inversión y planificación, el Chaco paraguayo puede diversificar su producción y generar nuevas oportunidades económicas y sociales.
La iniciativa tomó verdadero impulso en 2019, con la importación de plantines desde Israel y la consolidación del modelo productivo. Hoy, La Herencia SA cuenta con 24 hectáreas en producción, avanza hacia 44 hectáreas y proyecta alcanzar 300 hectáreas en cinco años, respaldada por un sistema de riego por goteo con agua subterránea profunda, que asegura eficiencia y sostenibilidad.
Los dátiles de la variedad Medjool, reconocidos por su calidad y alto valor nutritivo, ya se comercializan en supermercados y tiendas especializadas del país, con una demanda en crecimiento. La empresa apunta a fortalecer su presencia local y avanzar luego hacia mercados regionales como Argentina y Brasil, informó la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Además del impacto productivo, el proyecto genera un fuerte efecto social: la producción requiere una persona por hectárea, lo que abre un significativo potencial de empleo y desarrollo de nuevas comunidades. La experiencia posiciona a la diversificación agrícola como una vía concreta para atraer inversión, generar trabajo y proyectar al Chaco como un nuevo polo productivo del Paraguay.
