El informe económico semanal de Itaú resalta el impacto del grado de inversión. Más confianza, financiamiento más barato y un nuevo impulso al crecimiento.
Paraguay acaba de dar uno de los pasos económicos más importantes de los últimos años. La agencia S&P elevó la calificación soberana del país a BBB-, otorgándole el grado de inversión y consolidando la percepción de estabilidad y previsibilidad ante los mercados internacionales. El informe económico semanal de Itaú, elaborado por Mario Mesquita, economista jefe, señala que este avance coloca al país en una posición privilegiada para atraer más inversión privada y extranjera.
El nuevo estatus no es solo simbólico. El grado de inversión reduce el costo de financiamiento, amplía el universo de inversores interesados y fortalece el flujo de capitales hacia proyectos productivos. En ese contexto, Itaú proyecta que el crecimiento económico se mantendrá sólido, con una expansión cercana al 4% en 2026, sostenida por la inversión y una economía más diversificada.
El informe también destaca un entorno macroeconómico ordenado. La inflación se mantiene bajo control, en torno al 3,5%, mientras que la política monetaria continúa firme, con la tasa de referencia en 6,0%. A esto se suma una gestión fiscal prudente, alineada con la Ley de Responsabilidad Fiscal, que refuerza la confianza de los mercados.
Durante 2025, el Tesoro logró colocar bonos en moneda local por US$ 215 millones, una señal clara del apetito inversor y de la credibilidad del país. Para Itaú, estos factores confirman que Paraguay atraviesa una nueva etapa: con grado de inversión, reglas claras y estabilidad macroeconómica, la inversión se consolida como el principal motor del crecimiento y del desarrollo a mediano plazo.
