Con obras récord y modernización de la red, la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) cerró 2025 con una de las mayores inversiones de su historia. El objetivo: garantizar energía confiable para el crecimiento del país.
La ANDE presentó su rendición de cuentas a la ciudadanía destacando que cerró el 2025 con un fuerte impulso inversor orientado a fortalecer la infraestructura eléctrica y acompañar el crecimiento sostenido de la demanda. Solo este año, las inversiones totales en ejecución alcanzaron US$ 710,4 millones, destinadas a transmisión, distribución y modernización tecnológica.
En transmisión, la ANDE ejecutó 11 proyectos estratégicos por US$ 351,5 millones, incluyendo nuevas líneas de alta tensión y la ampliación de subestaciones clave como Valenzuela, Alto Paraná y María Auxiliadora. Estas obras permiten mejorar la confiabilidad del sistema y sostener una demanda máxima que ya supera los 5.280 MW.
En distribución, la inversión fue de US$ 358,9 millones, con mejoras visibles en todo el país. Se superaron las metas anuales en cambio de conductores, mantenimiento de alimentadores y ampliación de transformadores, lo que se tradujo en una reducción de hasta 55% en la duración de cortes y una mejora del 40% en la frecuencia de interrupciones.
Un eje clave fue la digitalización de la red, con una inversión de US$ 29,5 millones, que incorpora tecnología para monitoreo, prevención de fallas y mayor eficiencia operativa. A esto se suma una mejora en la gestión comercial, con aumento de la recaudación y reducción de la morosidad.
De cara al futuro, la ANDE proyecta nuevas licitaciones y obras que superan los US$ 490 millones a iniciarse en 2026, además de avanzar en auditorías internacionales y la preparación para la emisión de bonos por hasta US$ 200 millones.
El balance es claro: más inversión, mejor servicio y una red eléctrica preparada para sostener el desarrollo económico del Paraguay.

