Los ingresos de las familias se ven afectados principalmente por el alto endeudamiento.
Le siguen la caída de salario y pérdida de empleo.
Apenas 2 de cada 10 personas declaran haber tenido mejoras salariales, mientras el 41% redujo sus ingresos.
Asunción (Paraguay).- Un reciente estudio de la empresa de investigación de mercado CCR revela que más de la mitad de los hogares paraguayos ha visto mermados sus ingresos en el último año, siendo el alto endeudamiento la principal causa.
La reducción salarial y la pérdida de empleo se suman a este preocupante panorama, generando una sensación de incertidumbre y angustia en la población.
Deuda que se resiente en las familias
María Ramírez explicó en conversación con la revista PLUS que desde hace unos meses viene usando la tarjeta de crédito para la compra de insumos para sus prácticas y el pago de cuotas de la carrera de enfermería que cursa en una universidad privada.
“A inicios de este año quedé desempleada por varios meses y desde ahí tuve que optar por utilizar la tarjeta para mis gastos universitarios. No quise pedir ayuda a mis familiares ya que sé que ellos también están apretados económicamente”, dijo Ramírez.
Comentó que desde hace un mes y medio volvió a conseguir un empleo, sin embargo, no tiene certeza de cuándo podrá volver a estabilizar sus finanzas. “Lo único que espero es poder terminar la facultad y ejercer mi carrera para así al menos ganar un poco mejor”, reconoció.
A su turno Marcelo Benítez dijo que a finales del año pasado tuvo un accidente de tránsito que lo dejó varios meses en cama y con varios gastos médicos, por lo cual tuvo que endeudarse solicitando préstamos a su cooperativa. “Hasta ahora no me recupero del todo y si bien el IPS me paga el reposo, no me alcanza para pagar todas las deudas que contraje, yo era el que mantenía la casa”, manifestó.
Afirmó que si bien como familia se ajustaron económicamente y evitaron los gastos superfluos como salidas o compra de ropas o calzados, nuevamente está pensando en contraer otra deuda, pero esta vez a una financiera.
En tanto que Raquel Díaz quien se desempeñaba como funcionaria pública comentó que a mediados del año pasado se endeudó para adquirir un vehículo. “Yo quería un vehículo para movilizarme a mi trabajo ya que me mudé a vivir a una zona más alejada. No pensé que me quedaría desempleada y tuve que vender nuevamente el auto, obviamente por mucho menor valor del que adquirí dejándome hueco económico del que no sé cómo salir. Hasta ahora no conseguí un nuevo trabajo”, sostuvo.
Juan Mendoza a la salida de una tienda de comestibles, fue consultado sobre su situación económica actual y reconoció que tras la pandemia quiso incursionar en el ámbito gastronómico por lo cual realizó “un préstamo muy grande” de un usurero y que a la fecha lo sigue pagando.
“Quise trabajar de manera independiente, pero no supe ser prudente con mis compras, tampoco fui lo suficientemente austero y gastaba más de lo que ganaba, eso me llevó a tener que cerrar nuevamente el negocio y hasta ahora sigo pagando el préstamo. Volví a trabajar de manera dependiente y casi todo lo que gano es para pagar la deuda”, afirmó finalmente.

