Panasonic, Sharp y Sony tienen algo en común aparte de ser empresas de electrónica japonesas. En los últimos años, las tres han presentado malos resultados, lo que las ha obligado a reestructurarse o deshacerse de unidades poco productivas. Panasonic y Sharp ya están percibiendo mejoras en sus resultados, gracias al ajuste de sus negocios. En tanto Sony anunció la semana pasada una profunda reorganización.
Por el lado de los videojuegos, Nintendo ha visto cómo su negocio se tambalea ante la pérdida de usuarios que han preferido descargar juegos gratuitos por Internet, en vez de comprar sus consolas. La firma recortó las estimaciones de ventas de la Wii U de 9 millones de unidades a 2,8 millones para su año fiscal 2014, y redujo las proyecciones de ventas del dispositivo portátil 3DS -que había tenido mejores resultados- de 18 millones a 13,5 millones para el mismo período.
Sony sin Vaio
Sony anunció el jueves que proyecta pérdidas por 110 mil millones de yenes (US$ 1.100 millones) para este año fiscal, en vez de 30 mil millones de yenes de ganancias previstos hace tres meses. Para recuperarse, entregó un plan que incluye el recorte de 5.000 empleos en los próximos dos años y la separación de su negocio de televisores -que lleva diez años registrando pérdidas- para operarlo como una subsidiaria de propiedad absoluta.
Además, decidió vender su unidad de computadores personales Vaio a Japan Industrial Partners, un fondo de inversión respaldado por Bain Capital y Mizuho Securities. El acuerdo se completará el próximo mes, por lo que en este otoño se lanzarán los últimos equipos de Vaio de Sony.
A lo que está apostando ahora el CEO de la compañía, Kazuo Hirai, es a los smartphones -que ya estaban compensando la pérdida en televisores-, a las cámaras y a los videojuegos. Con PlayStation 4 ha sido capaz de superar en ventas a la Xbox One de Microsoft. No obstante, su principal rentabilidad no se centra en la venta de consolas, sino en la explotación de contenido a través de venta de juegos y suscripciones de servicios.
Adiós a los plasmas
Panasonic, el mayor fabricante de electrónica de consumo de Japón, tuvo un fuerte aumento en sus acciones la semana pasada de 19%, un máximo desde 1974, tras presentar sus resultados trimestrales que estuvieron 68% por encima de las estimaciones de los analistas.
La cálida respuesta que recibió la compañía de parte del mercado celebra las acertadas decisiones que la compañía ha tomado hasta ahora.
El presidente de la compañía, Kazuhiro Tsuga, suspendió la producción de paneles de plasma y recortó la producción de smartphones y placas de circuito, además de vender una participación de las fábricas de semiconductores para centrarse en las empresas en crecimiento.
A cambio, se está centrando en operaciones menos conocidas como piezas de automóviles, paneles solares y sistemas de entretenimiento a bordo de aviones. Tsuga espera que sus ingresos combinados dupliquen los de la división de electrónica de consumo en cuatro años.
Las ganancias operativas en la unidad de sistemas industriales y automotrices fue de 28.200 millones de yenes en los tres meses a diciembre.
“La administración planea llevar la reestructuración más allá. En combinación con el crecimiento de las ventas principalmente de los productos automotores, esto podría impulsar las ganancias antes de lo que esperamos”, indicó a Bloomberg Mika Nishimura , analista de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities.
Apuesta por paneles solares
Dos años después de que los bancos nipones salieran a su rescate, Sharp está comenzando a brillar de nuevo.
Cumplió su pronóstico de 13.800 millones de yenes (US$ 151 millones) en utilidades operativas en la segunda mitad del año, luego de haber perdido 168.900 millones de yenes en la primera mitad, cuando fue víctima de rivales con costos menores.
“Los resultados dan una sensación de alivio a los inversionistas porque (Sharp) pudo mantener las promesas que hizo a los bancos para hacer resurgir su negocio”, dijo a Reuters, Makoto Kikuchi, director ejecutivo de Myojo Asset Management.
Sus ganancias se vieron impulsadas por fuertes ventas de electrodomésticos, paneles para celulares así como por un yen japonés más débil que ayudó a competir en el extranjero.
Sin embargo, la firma está apostando por el segmento de paneles solares, que le ha entregado positivos resultados alentado por la demanda en proyectos solares a gran escala en Japón.
No a los móviles
Nintendo está buscando desesperadamente una nueva estrategia para sus consolas, ya que han presentado pérdidas por tercer año consecutivo, pero sigue ignorando las llamadas para que sus juegos clásicos como Super Mario Bros den un salto a los dispositivos móviles. Saturo Iwata, CEO de la firma, fue claro en expresar que para él los dispositivos móviles tenían sólo un rol de herramientas de marketing: ayudar a potenciales clientes a “entender la maravilla de los juegos de Nintendo”, para que luego ellos jueguen en sus consolas.
Entre sus medidas desesperadas por rescatar a la compañía, el director ejecutivo anunció que él y otros ejecutivos tomarán recortes salariales de hasta el 50% durante los próximos cinco meses.
La empresa espera que uno de sus salvavidas sea un nuevo proyecto de negocio que apunta a la “calidad de vida”, que seguirían la línea de sus exitosos Wii Fit y Brain Training. Aunque no se han dado más detalles al respecto, se aseguró que no sería un dispositivo de monitoreo para vestir.
Por Jenny Troncoso Fazio
Fuente: Diario Financiero