Dubai International se ha convertido en los primeros meses de 2014 en el aeropuerto del mundo con más pasajeros internacionales, desbancando a la instalación londinense de Heathrow gracias a unas tasas sostenidas de crecimiento anual de viajeros superiores al 10% durante la última década. En términos del número total de pasajeros, incluyendo vuelos domésticos, Dubái también arrebata a Londres el tercer puesto a nivel global, situándose por detrás sólo de Atlanta (Estados Unidos) y Pekín (China).
El fuerte crecimiento de Dubai International se explica por su función como punto de conexión de vuelos entre Occidente y Asia, quitando buena parte de este mercado a otros aeropuertos europeos.
Los propios ejecutivos de Heathrow son los que más se han hecho eco del ascenso imparable de Dubái como centro aeroportuario. Colin Matthews, consejero delegado del aeropuerto londinense, afirmó la semana pasada que “Reino Unido va a dejar pronto de tener el aeropuerto del mundo con más tráfico de pasajeros internacionales”. La admisión pública de derrota por parte de Matthews se explica por su deseo de presionar a las autoridades británicas para que autoricen la ampliación del aeropuerto, que tiene como primer accionista al grupo español Ferrovial.
Mientras Heathrow se encuentra estancado con una capacidad de unos 70 millones de pasajeros anuales, Dubai International multiplicó por seis el tráfico en sus dos pistas durante los diez últimos años, hasta llegar a los 66,4 millones de viajeros en 2013. Su plan consiste en llegar cerca de los 100 millones de pasajeros en 2020, gracias a la construcción de una cuarta terminal para atender el crecimiento en rutas de su principal usuario: Emirates.
Dubai International es propiedad del Gobierno de este emirato del Golfo Pérsico, que a la vez impulsa otro proyecto para crear el mayor aeropuerto del mundo. En la próxima década, el país del Golfo prevé tener concluida la nueva ciudad aeroportuaria Dubai World Central, con cinco pistas de aterrizaje y capacidad para 160 millones de pasajeros anuales, que será la nueva base de Emirates.
Este crecimiento puede tener un pequeño paréntesis entre mayo y julio de este año, periodo en el que los trabajos de mejora en las dos pistas de aterrizaje de Dubai International reducirán su actividad. Paul Griffiths, consejero delegado de Dubai Airports, cree que esa circunstancia puede hacer que la obtención del liderazgo anual en tráfico internacional se retrase a 2015.
Con apenas dos millones de habitantes, el 90% de los usuarios del aeropuerto de Dubái son extranjeros, que principalmente utilizan esa instalación en tránsito hacia otros lugares. “El modelo de Dubái es bastante diferente del que tienen los hubs (aeropuertos de conexión) europeos”, explica un informe de la Comisión de Aeropuertos de Reino Unido. “Dubái tiene un mercado doméstico más pequeño que hace a su sector de aviación más dependiente de los pasajeros internacionales. Su extraordinario crecimiento, de alrededor de un 12% anual, se explica por su localización estratégica. Dos tercios de la población mundial vive a menos de ocho horas de vuelo desde Dubái”.
La puerta a Asia
El emirato se ha convertido en un gran punto de origen de vuelos hacia India. Pasajeros que llegan desde América hacen escala en Oriente Medio y luego siguen hacia el país asiático. Desde Dubai International ya parten 160 vuelos de larga distancia, de los que una cuarta parte van a Brasil, India, China y Rusia. Una alianza entre Emirates y Qantas también hace que Dubái sea un habitual punto de conexión entre Europa y Australia.
Todo ello hace que el emirato esté asumiendo muchas operaciones de tránsito que antes hacía Europa. Según cálculos de PwC, la cuota del aeropuerto de Dubái en el segmento de pasajeros en tránsito en los principales aeropuertos de Europa y Oriente Medio ha subido del 7% al 20% entre 2002 y 2012 a costa de otros aeropuertos europeos. Sólo Ámsterdam ha mantenido su cuota.
Junto a su localización, otro factor que influye en el crecimiento de Dubái frente a Europa son los impuestos, según fuentes del sector. El Gobierno británico, por ejemplo, ha ido incrementando en los últimos años una tasa especial a los pasajeros en el país. Por el contrario, las autoridades de Dubái consideran el negocio aéreo como un sector estratégico y han puesto todo su pulmón financiero para expandirlo. “La emergencia de Dubái como un centro líder de la aviación global es el resultado de un modelo cuidadosamente construido”, afirmó Ahmed Bin Saeed Al Maktoum, presidente de Dubai Airports, al explicar su plan estratégico. “Este modelo combina una regulación liberal, un entorno libre de impuestos y la colaboración de todo el sector”.
Ante la emergencia de Dubái y Emirates, la opción que les queda a las compañías europeas es hacerse fuertes en ciertos segmentos del negocio. BA, que pertenece al hólding hispano-británico IAG junto a Iberia y Vueling, ha seguido ganando cuota en Heathrow con la compra de slots a otras aerolíneas, y utilizando estos derechos para operar rutas de media y larga distancia, más rentables que las de corto radio. Así, deja poco espacio a Emirates para crecer en Londres.
Las rutas entre Londres y Estados Unidos siguen siendo el principal motor de BA y Heathrow. Pero esas conexiones también se ven amenazadas. La cuota de Dubái como punto de conexión entre la costa Oeste de Estados Unidos e India ha crecido del 12% al 50% entre 2002 y 2012.
Según la Comisión británica de aeropuertos, “hay segmentos donde los hubs europeos todavía pueden competir de forma más efectiva. Es el caso de las rutas entre el Este de Estados Unidos y el Lejano Oriente. La distancia entre Boston y Shanghái, por ejemplo, es un 20% superior vía Dubái que vía Londres”.
Fuente: Expansión