Pobreza y desigualdad: la necesidad de un análisis territorial por departamentos

* Crédito columna: Verónica Serafini, Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP)

La última Encuesta Permanente de Hogares (EPH 2015) incluyó en su relevamiento una muestra representativa de todos los departamentos del país, lo que la convierte en una fuente central para el análisis de la situación socioeconómica territorial y, por tanto, en un instrumento fundamental para el diseño y la evaluación de las políticas públicas.

1El primer aspecto que debería ser estudiado es la persistencia de la pobreza y la desigualdad en determinadas regiones del país. En efecto, cuando se observa la desagregación territorial del porcentaje de población en situación de pobreza y del Índice de Gini, lo primero que llama la atención es que existen departamentos cuyos actuales niveles de pobreza son cercanos al promedio nacional de 15 años atrás (36,8%).

La pobreza en los departamentos de Concepción, San Pedro, Caazapá y Caaguazú en 2015 supera el porcentaje promedio que el Paraguay tenía en 2000/2001.

A su vez, los índices de Gini de los departamentos de  Concepción, Caazapá, Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay se encuentran en alrededor de 0,5380, nivel registrado también en 2000/2001. Esto muestra que en siete departamentos del país los niveles de pobreza y desigualdad se mantienen equiparados con los promedios nacionales de tres lustros atrás.

El segundo aspecto que debiera ser estudiado en profundidad es la relación existente entre pobreza y desigualdad. Siete departamentos del país, con niveles de pobreza por encima del promedio nacional, también son los que presentan altos niveles de desigualdad.

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Tres departamentos presentan conjuntamente niveles de pobreza y desigualdad por debajo del promedio nacional (Guairá, Paraguarí y Central).

No obstante este hecho positivo, en estos tres departamentos viven alrededor de 500.000 personas en situación de pobreza, es decir, un tercio del total.

Si bien estos departamentos no son los de mayor desigualdad, en el Departamento de Central, por ejemplo, el decil más pobre (10% de la población de menores ingresos) tiene un ingreso mensual de G. 349.794, lo que significa que se ubica por debajo de la línea de pobreza extrema (sus ingresos no alcanzan para adquirir una canasta de alimentos).

Mientras que el decil más rico (10% de la población con mayores ingresos) tiene un ingreso mensual de G. 5.039.922, que resulta ser 14 veces mayor que el ingreso del decil más pobre. Aun siendo el departamento con el menor Índice de Gini, no deja de ser escandalosa la desigualdad allí.

El tercer aspecto que es necesario considerar es el aumento de la desigualdad en los últimos diez años, como en los casos de Concepción y Caazapá cuyos índices de Gini pasaron de 0,5447 y 0,6110 en 2003 a 0,5622 y 0,6266 en 2015, respectivamente.

En conclusión, la presentación de datos departamentales en la Encuesta de Hogares 2015 ofrece la potencialidad de estudiar la situación de cada uno de los departamentos para diseñar políticas diferenciadas de acuerdo con cada realidad particular.

Un primer análisis de la incidencia de la pobreza y desigualdad señala al menos tres aspectos importantes a profundizar: la persistencia de la pobreza y desigualdad en varios departamentos en niveles del promedio nacional de hace 15 años, la relación cercana entre pobreza y desigualdad y el retroceso de estas condiciones en algunos departamentos.

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