Junto con la lentitud económica y los bajos niveles de inflación observados en la mayoría de las economías de América Latina, este contexto global de tasas de interés bajas abre espacio para políticas monetarias más flexibles en toda la región.
Sin embargo, los riesgos de las políticas y la incertidumbre con respecto a las reformas limitan la rapidez con que algunos bancos centrales pueden adaptarse a este contexto, según un reporte del Departamento de Estudios Económicos de Itaú Unibanco.
Por su parte, los datos económicos en China muestran señales de estabilización, ya que las preocupaciones comerciales se están volviendo menos intensas y los estímulos del gobierno comienzan a sentirse.
Dada la reversión de la debilidad reciente, Itaú Unibanco espera ahora que el PIB chino crezca 6,2% en 2019, una desaceleración gradual en relación al 6,6% registrado el año pasado.
En Europa, la demanda externa débil y el aumento de las incertidumbres están frenando la producción industrial, “pero esperamos un repunte en los próximos trimestres debido a la estabilización en China y a fundamentos internos, como un mercado laboral sólido, préstamos más flexibles y estímulos fiscales moderados”, agregó el informe.
El BCE podría reanudar la normalización de la política el próximo año si el crecimiento mejora, pero en este momento se encuentra vigilante y atento a futuros riesgos bajistas que podrían emerger. Por lo tanto, es poco probable que actúe a corto plazo.
Al otro lado del Atlántico, la Reserva Federal de EEUU también parece que se mantendrá en espera este año. La pregunta que resta, cuya respuesta puede depender de la nueva discusión del marco de metas de inflación, es si se materializará la última alza de tasas en 2020.
En Paraguay, el crecimiento del PIB se desaceleró en 2018. El arrastre estadístico negativo para este año, la sequía y las menores perspectivas de crecimiento de Argentina y de Brasil llevaron a Itaú Unibanco a introducir riesgos a la baja a su proyección de crecimiento de 3,5% para este año.
Recodemos que el Banco Central del Paraguay (BCP) recortó 25 puntos básicos la tasa de política monetaria por segundo mes consecutivo en marzo en respuesta al menor ritmo de la actividad y a la baja inflación. En ese sentido, el banco cree que el ciclo de flexibilización monetaria finalizó y ve a la tasa de política monetaria en 4,75% a fin de 2019.