En un discurso televisado a la nación desde el Palacio de Gobierno acompañado de su esposa, Silvana López Moreira, y sus hijos, Abdo Benítez anunció este jueves nuevas destituciones en su gobierno y dijo que no tolerará la corrupción.
Asunción, 1 ago (EFE).- El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, alejó el fantasma del juicio político tras la anulación este jueves de un acuerdo energético con Brasil, que fue el detonante de una crisis que le ha tenido una semana contra las cuerdas.
Los Gobiernos de Paraguay y Brasil dejaron sin efecto el acta bilateral de compra de energía de la represa de Itaipú firmada por ambos países, en una reunión en la Cancillería paraguaya entre el nuevo canciller, Antonio Rivas, y el embajador brasileño, Carlos Simas Magalhaes.
En un discurso televisado a la nación desde el Palacio de Gobierno acompañado de su esposa, Silvana López Moreira, y sus hijos, Abdo Benítez anunció este jueves nuevas destituciones en su Gobierno y dijo que no tolerará la corrupción.
El mandatario, que el 15 de agosto cumplirá un año al frente del Ejecutivo, dijo que ordenó «que aquellos que participaron de un proceso, tal vez sin mala voluntad o sin hacer juicio de valor, sean destituidos de sus cargos y si hay otros que han sido negligentes en su trabajo, que deben actuar con idoneidad y con capacidad, también van a seguir siendo destituidos».
Añadió que no tolerará la corrupción en su Gobierno y reseñó que «caiga quien caiga», su eslogan de Gobierno, se aplicará con más rigor en los cuatro años que tiene por delante su mandato.
La oposición paraguaya ha acusado al Gobierno de Abdo Benítez de «secretismo» y de entregar la soberanía a Brasil, y por eso había impulsado en el Congreso un juicio político contra el mandatario y su vicepresidente, Hugo Velázquez.
Este jueves luego del anuncio de la Cancillería de la cancelación del acuerdo, el movimiento Honor Colorado, la facción del gobernante Partido Colorado liderada por el expresidente Horacio Cartes, retiró su apoyo al juicio político contra Abdo Benítez.
Sobre ese respaldo, comentaristas políticos anticipan futuros «favores» a esa corriente por parte del Gobierno de Abdo Benítez.
Velázquez se entrevistó esta mañana con diferentes bancadas de la Cámara de Diputados, donde estaba convocada una sesión extraordinaria para tramitar el juicio político contra ambos que, en caso de ser aprobado, habría pasado al Senado.
Abdo Benítez recibió también el respaldo del Gobierno de Brasil, según un comunicado de la Cancillería en la que se afirma que el presidente de Paraguay reúne «todas las condiciones» para «continuar conduciendo» el proyecto de desarrollo de su país.
«El desarrollo de Paraguay y su participación activa como valioso miembro del Mercosur y de la comunidad hemisférica es de enorme interés para Brasil, el Gobierno brasileño está convencido de que el presidente Mario Abdo (Benítez) reúne todas las condiciones para continuar conduciendo ese proyecto», dijo la Cancillería.
En el polémico acuerdo, firmado en mayo pasado pero solo hecho público la semana pasada, se definió la contratación anual de distribución de la energía de la hidroeléctrica de Itaipú, segunda mayor del mundo y compartida por Paraguay y Brasil.
El desencadenante de la crisis fue el hasta entonces presidente de la Administración de Electricidad de Paraguay (ANDE), Pedro Ferreira, quien presentó su dimisión y denunció que el acuerdo conllevaba consecuencias desventajosas para el país debido a un incremento en la compra de magawatios que hasta entonces se adquirían a menor precio.
Técnicos de la ANDE aseguraron que ello supondría un sobrecoste de unos 250 millones de dólares, además de un incremento de las tarifas eléctricas, en un país con un elevado nivel de pobreza.
Con la rectificación, se insta a los técnicos de ambas partes a definir el cronograma de potencia a ser contratada por la estatal paraguaya ANDE y la brasileña Electrobas.
Un volver a empezar tras unas negociaciones que han sido el calvario de Abdo Benítez.
El Gobierno intentó taponar la crisis con las renuncias del canciller Luis Alberto Castigioni y otros cuatro altos cargos, pero el miércoles la oposición anunció su intención de activar el juicio parlamentario a Abdo Benítez y a Velázquez.
Una de las críticas de la oposición era que el «pacto secreto» no anticipaba buenas señales para el país en la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú, en 2023, relativo al coste de la energía que Paraguay vende a precio de coste a su vecino.
Se trata de una «causa nacional» en expresión del propio Abdo Benítez, quien hoy prometió que conformará una gran comisión con todos los sectores sociales para llegar a un debate nacional que aporte una estrategia en ese proceso. EFE