Río de Janeiro, 18 feb (EFE).- La década de 2010 fue peor económicamente para Brasil y trajo más daños a la potencia suramericana que la de los años 80, considerada como la más oscura del país, según estudio divulgado este martes por la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC).
De acuerdo con el análisis de la patronal de los comerciantes, la crisis económica que sufrió Brasil entre 2015 y 2016 tuvo más efectos adversos que la recesión que golpeó al país en la década de 1980, conocida como la «década perdida», ya que la posterior recuperación de la economía ha sido muy lenta, con repercusiones en el mercado laboral y en la concentración de los ingresos.
El gigante suramericano lleva tres años de lento crecimiento económico tras la histórica recesión que tuvo en 2015 y 2016, cuando su producto interno bruto (PIB) se contrajo en casi 7 puntos porcentuales.
Tras la crisis, la economía comenzó a recuperarse en 2017, con un ligero avance del 1,3 %, y ese crecimiento se mantuvo en 1,3 % en 2018 y pudo haber desacelerado hasta el 1,1 % en 2019, según los últimos pronósticos.
De acuerdo con la CNC, en la década de 1980 el PIB de Brasil acumuló un crecimiento del 33,3 %, a una tasa anual promedio del 2,9 %, mientras que en el acumulado de la década de 2010 el crecimiento del país fue de 14,1 %, con un promedio anual del 1,3 %.
Según el estudio, si el PIB de 2019 aumenta en un 1 %, como es la expectativa del mercado, la economía brasileña registraría un crecimiento promedio anual muy bajo durante la década de 2010, retrasando las posibilidades de absorción del contingente de desempleados.
No obstante, el crecimiento de la economía puede ser aún menor, de acuerdo con las perspectivas del Banco Central, que admite un crecimiento del PIB de un 0,89 % para Brasil en 2019, muy por debajo de lo previsto por los economistas.
«El escenario es bastante diferente al observado en la década de 1980, cuando, incluso con las recesiones de 1981 y 1983, hubo una fuerte capacidad de recuperación, evidenciada por el ritmo de crecimiento económico durante la segunda mitad de la década», señaló Antonio Everton, economista de la CNC y responsable del estudio.
En la década de 1980, la crisis redujo la producción brasileña en un 7,2 %, mientras que en la de 2010 la contracción fue ligeramente menor, con un 6,9 %.
Sin embargo, la economía del país no encontró las condiciones necesarias para comenzar a crecer nuevamente a partir de 2017.
De acuerdo con Everton, entre 2017 y 2019 el crecimiento del país «puede haber quedado en promedio en 1,2 %, mientras que de 1984 a 1989, después de las recesiones, la economía creció aproximadamente un 30 %».
La lenta recuperación durante la década de 2010 ha sido atribuida a la baja capacidad del sector público para realizar inversiones y a la del sector privado para liderar el crecimiento, según el estudio.
A pesar de tener efectos similares en la vida de los brasileños, las crisis de las décadas de 1980 y 2010 tuvieron motivaciones diferentes, según la Confederación.
La primera se debió a la vulnerabilidad del país para enfrentar el pago de la deuda externa, lo que generó volatilidad cambiaria y alta inflación.
La segunda surgió por la crítica situación de las finanzas del sector público, con obligaron a una reducción de gastos e inversiones, principalmente a partir de la segunda mitad de la década.
Internacionalmente Brasil tampoco quedó bien posicionado en comparación con otros países.
Un estudio realizado por el Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas, citado en el informe, señala que en los periodos 1981-1990 y 2011-2018, Brasil creció menos que el resto del mundo y por debajo de las economías emergentes.
Sin embargo, entre 1981 y 1990 logró superar a las economías de América Latina y el Caribe. EFE
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