Tokio, 1 feb (EFE).- El fabricante nipón de vehículos Toyota Motor anunció hoy que mantendrá la suspensión parcial de su producción en Japón hasta el próximo lunes, ante las dificultades para reanudar la distribución de determinados modelos tras el caso de las irregularidades en datos de seguridad y emisiones de sus filiales.
Toyota señaló que extenderá así el parón en seis líneas de producción de cuatro fábricas en Japón, en las que se ensamblan modelos como el Land Cruiser o el Hiace.
La suspensión de la producción se iba a mantener en un principio hasta el jueves, según anunció Toyota, que el día 5 volverá a evaluar la situación.
Su filial Toyota Industries Corporation admitió el pasado lunes que había manipulado datos para los test de certificación de un motor para maquinaria industrial y para las pruebas de potencia de tres motores diésel instalados en automóviles, lo que derivó en la cancelación de la distribución global de 10 modelos de Toyota.
Fue a raíz de desvelarse estas irregularidades cuando la matriz decidió canelar su producción en sus seis líneas de producción domésticas.
El grupo Toyota se ha visto afectado por una serie de casos de irregularidades en los controles de calidad de vehículos, el más reciente el de su filial de minivehículos Daihatsu, que paralizó sus envíos globales tras descubrirse que las pruebas de seguridad o emisiones de la mayoría de sus modelos fueron manipuladas.
En marzo de 2022, otra de sus filiales, Hino Motors, admitió haber presentado datos fraudulentos sobre emisiones y economía de combustible a las autoridades niponas.
A la luz de estas revelaciones, el expresidente de Toyota y actual presidente honorífico del grupo, Akio Toyoda, compareció el pasado martes en una rueda de prensa para disculparse por lo ocurrido y asegurar que el conglomerado (compuesto ahora por 17 empresas) tomará medidas para retomar el camino y la visión que parece haber pedido.
Toyota, además, se vio obligada a detener su producción doméstica temporalmente por el fuerte terremoto del 1 de enero.
Debido a los daños causados por el terremoto de magnitud 7,6 en Ishikawa (centro de Japón), empresas subsidiarias y afiliadas a Toyota sufrieron daños en sus instalaciones u obstáculos logísticos que les obligaron a detener o reducir sus actividades. EFE