Paraguay enfrenta un panorama económico favorable pese a una incertidumbre global

Según las perspectivas presentadas por la Consultora DENDE, la economía paraguaya proyecta un crecimiento del 3,7% para el 2024, impulsada por factores positivos como la buena cosecha de soja, la disminución del contrabando y el inicio del pago a proveedores del Estado. Sin embargo, enfrenta desafíos en un contexto internacional cada vez más complejo y fragmentado.

En medio de un escenario global incierto, Paraguay se perfila como uno de los países de la región que afrontará un buen año económico, según las Perspectivas DENDE 2024 presentaciones este martes en Asunción. Las conclusiones estuvieron a cargo del presidente de la consultora, Alberto Acosta Garbarino, y el economista y exministro de Hacienda, César Barreto.

Barreto destacó que varios factores clave han contribuido al mejoramiento de la actividad económica nacional, como la exitosa cosecha de soja, la fuerte caída del contrabando, el incremento de las exportaciones cárnicas, el inicio del pago a proveedores del Estado y una mejor recaudación fiscal a inicios de año.

En cuanto a la política monetaria, se estima que la inflación interanual se mantendrá por encima del 5%, aunque sin alcanzar niveles preocupantes. A nivel global, persiste la incertidumbre sobre posibles ajustes de tasas en Estados Unidos, mientras que la economía china, pese a dificultades en el sector inmobiliario, mostró un mejor desempeño industrial en el primer trimestre.

Uno de los principales desafíos identificados es el impacto de los programas de subsidios industriales implementados por potencias como China y Estados Unidos, que distorsionan el mercado global y plantean un nuevo escenario de desglobalización, según Barreto.

En el ámbito regional, se destacó el efecto positivo de las medidas de ajuste fiscal y la sanción de la Ley Bases en Argentina, que han contribuido a reducir la brecha cambiaria y, por consiguiente, el contrabando hacia Paraguay. Por su parte, Brasil enfrenta el reto de cumplir con su nueva regla fiscal, aunque su actividad económica se mantiene sólida.

Las proyecciones de DENDE para el cierre de 2024 en Paraguay contemplan un crecimiento del PIB del 3,7%, una inflación del 4,4% y un tipo de cambio entre 7.400 y 7.600 guaraníes por dólar.

En sus reflexiones finales, Acosta Garbarino enfatizó la necesidad de diversificar la economía paraguaya y apostar por el sector industrial como un nuevo motor de desarrollo, lo que exigiría una mayor intervención estatal para abrir nuevos mercados. Asimismo, instó a incrementar la inversión en infraestructura y desarrollo social, respaldando la agenda de reformas impulsada por el presidente Santiago Peña.

En un contexto internacional cada vez más complejo y fragmentado, el presidente de DENDE subrayó la importancia de la concordia y la unidad nacional, abogando por la resolución pacífica de conflictos y priorizando el interés nacional por encima de disputas sectoriales.

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