La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) informó que las perspectivas climáticas en Paraguay para la campaña 2024-2025 estarán marcadas por «La Niña moderada» fenómeno que según las proyecciones no afectaría a la producción de 10 millones de toneladas de soja previstas para el año entrante.
El especialista en agroclimatología, ingeniero Eduardo Sierra explicó que las perspectivas climáticas en Paraguay para la campaña 2024-2025 estarán marcadas por el fenómeno de «La Niña moderada».
Sobre el punto explicó que la misma consiste en golpes de lluvias que se darán en octubre y noviembre de este año, en tanto que, para diciembre y enero, la condición se presentará con sequía siendo el retorno de las lluvias para enero y febrero del 2025.
«Las lluvias a principio del año harán que las cosas se vayan normalizando para el otoño. Ya no hay peligros de frío en Paraguay. Puede haber peligros de fríos temprano en el otoño que viene recién», agregó.
En cuanto al análisis agronómico, el asesor agrícola de Capeco, ingeniero Luis Cubilla explicó que mediante «el probable» comportamiento de las lluvias entre la primavera de este año y el verano próximo, que son los periodos en los que se siembra y cosecha, la soja, requiere que el suelo contenga cierta humedad para iniciar su desarrollo o siembra.
Agua fundamental para el desarrollo de la soja
«Nuestro cultivo principal es la soja. Ella requiere de humedad al inicio de la siembra que consiste en los primeros 40a 50 días de acuerdo con las especies cultivadas, más precoces o menos precoces o más tardías, se irán agradando o acortando en el tiempo en que más agua necesitan en una segunda oportunidad que es en el momento de la floración», agregó.
Sobre el periodo de la floración resaltó que la misma debe producirse fines de noviembre y diciembre cuando se siembra en octubre. «Según las perspectivas vamos a tener buenas precipitaciones en esos meses de octubre y noviembre para el inicio de la siembra de la soja», auguró.
En cuanto al déficit de lluvias que se aguardan desde diciembre sostuvo que si el suelo es bien tratado y cubierto se podrá mantener la humedad para que la flora sea aceptable y no haya abortos en flores y no caiga la productividad en el campo.
«Cuando la flora prende, se forman las vainas y empiezan los granos a formarse y esos granos deben ser llenados para poder desarrollar una cantidad importante de rindes por hectáreas y eso será haya por fines de enero y primera quincena de febrero», agregó Cubilla.
En cuanto a la soja, dijo que la misma cuenta con una resistencia natural a la sequía siempre y cuando ésta no sea extrema que, de darse en los meses de enero y febrero, de igual manera la soja tiene el aguante para enfrentarla.
Proyecciones de 10 millones de toneladas de soja para el 2025
«Este año creemos que alcanzaremos los 10 millones de toneladas, quizás superemos un poco más. Para el 2025 tenemos proyectado sacar nuevamente lo máximo posible, por supuesto, 10 millones de toneladas como mínimo», explicó el ingeniero.
Sostuvo finalmente que, si el año que viene el otoño se presenta precozmente con heladas meteorológicas, en especial en el mes de mayo, eso sí sería grave para la zafriña de la soja.