Columna crédito: Alejandro Kladniew, socio gerente de Paraguay Development SRL.
Reconocer un problema siempre es un buen síntoma, porque la única forma de resolver una dificultad es en principio, reconocerla. Parece obvio, pero tal como pasa con las personas que suelen, muchas veces, «negar» los inconvenientes, esto también pasa muchas veces a las organizaciones, sean estas con o sin fines de lucro, sean estas públicas o privadas.
Sabemos que reconocer un problema es un paso imprescindible para poder resolverlo, pero no necesariamente el hecho de reconocer el problema lo resuelve “per se”.
Es decir, el hecho que sepamos y asumamos que estamos excedidos de peso, no nos hace adelgazar solo por el hecho de asumir que estamos ‘gordos’.
El gobierno, a través del presidente de Copaco, Oscar Stark, tiene la valentía de reconocer el problema que tiene la compañía estatal de telecomunicaciones, y utilizo el termino valentía porque hoy la mayoría de los políticos, lamentablemente, suele “mirar para otro lado” cuando debe asumir una situación crítica, cualquiera que esta sea. Apenas asumido en su cargo declaro que la compañía tenía serios problemas económicos, financieros y operativos, y que estos en parte se debían a condiciones de trabajo, en particular, beneficios laborales que tenían los trabajadores de la empresa, que hacían que la misma tenga una carga salarial totalmente por encima de sus posibilidades, más allá de otras dificultades.
Como decíamos anteriormente, es bueno reconocer un problema, el tema es si indago una potencial solución, y si es que lo hago, si la misma resuelve el problema. Tomemos el caso del excedido de peso que decide que la forma de adelgazar es dejar de beber agua, seguramente esta decisión no modificara el problema o incluso lo podría empeorar.
Se conoció una noticia que Copaco va a ‘trasladar” a 1300 trabajadores de su planta de 2500 a otras aéreas del gobierno con el objetivo de intentar estabilizar los números de la empresa.
Es decir, queda más que claro el estado va a tener que absorber a 1300 trabajadores que no necesita y que incrementaran su plantilla, en vez de que Copaco haga una reducción acorde a sus posibilidades de tener un presupuesto equilibrado y brindar servicios necesarios. Ya que hay algunos, como la empresa estatal de celulares Vox, que de hecho los brindan mejor las empresas privadas que operan en el país.
O sea que el gobierno resolvió que, una vez más, seamos los contribuyentes, los que continuemos pagando salarios innecesarios de la función pública, en vez de achicar dicha planta y utilizar el dinero para infinidad de servicios y obras importantes en que el país debe invertir.
En caso de que Copaco logre algún equilibrio económico en el futuro, esto no habrá resuelto problema alguno, solo lo habrá trasladado a otras áreas del estado.