La campaña sojera 2025/2026 avanza con buen ritmo y condiciones climáticas favorables, generando optimismo entre los productores paraguayos.
El alto porcentaje de avance en la siembra y el buen desarrollo agronómico en distintas zonas productivas permiten proyectar un inicio de ciclo alentador, aunque los precios internacionales a la baja siguen siendo un factor de preocupación para el sector.
Un arranque prometedor en los campos paraguayos
El presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, destacó que el desarrollo del cultivo “se encuentra dentro de los parámetros esperados” y que las condiciones climáticas han acompañado favorablemente los trabajos en el campo, ofreciendo niveles adecuados de humedad en el suelo.
“La siembra continúa y los cultivos presentan un buen desarrollo. Hay optimismo entre los productores, pero también prudencia, porque todavía falta atravesar los meses más exigentes en términos climáticos”, señaló Cristaldo.
Los reportes técnicos indican que los niveles de avance varían por zona, pero el panorama general es positivo. Las lluvias registradas en el inicio de la campaña mejoraron la humedad del suelo y favorecieron la germinación, lo que se traduce en un desarrollo inicial uniforme en la mayoría de las regiones agrícolas.
Coyuntura internacional: producción récord y precios presionados
Pese al buen panorama local, los mercados internacionales de la soja presentan una tendencia bajista que amenaza la rentabilidad de los productores.
El exceso de oferta global y los altos inventarios mantienen los precios contenidos, con pocas señales de recuperación en el corto plazo.
En el escenario mundial, Estados Unidos, Brasil y Argentina proyectan incrementos en sus cosechas, mientras que China ha reducido sus compras de soja estadounidense, redirigiendo parte de la demanda hacia Sudamérica.
Esta dinámica ubica a la región como proveedora estratégica, pero también genera mayor volatilidad e incertidumbre comercial.
Desafíos de rentabilidad y productividad
Con costos de producción elevados y precios internacionales deprimidos, el desafío para los productores paraguayos será mantener altos niveles de productividad para sostener márgenes positivos.
La eficiencia en el uso de insumos, la gestión climática y la adopción tecnológica se posicionan como factores clave para enfrentar un contexto internacional competitivo y desafiante.
“El equilibrio en la próxima campaña dependerá de alcanzar buenos rindes y de la estabilidad climática. El productor paraguayo ya demostró su capacidad de adaptación, pero el margen se ha vuelto más estrecho”, advierten referentes del sector.
Perspectivas
A pesar de la presión de los mercados, el campo paraguayo arranca la campaña con confianza, apoyado en un entorno climático favorable, su experiencia técnica y la resiliencia del sector agroexportador.
El reto ahora será sostener ese impulso frente a los vaivenes del mercado internacional y asegurar una cosecha rentable y sostenible para el país.
