Brasilia, 4 ene (EFE).- El Gobierno brasileño informó este jueves de que, durante 2023, saldó deudas por casi 1.000 millones de dólares que mantenía con diversos organismos internacionales, lo cual sostuvo que «reafirma su compromiso con el multilateralismo».
Las deudas, según una nota difundida por la cancillería, estaban constituidas por contribuciones obligatorias a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y a muchas de sus agencias, así como las correspondientes a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Entre las entidades acreedoras, también estaban la Organización Mundial de Comercio (OMC), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el ámbito regional, fueron saldadas deudas con el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) y la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), entre otros organismos.
Según la cancillería, al honrar esas deudas Brasil «fortalece» su imagen «en el escenario internacional global y regional, reafirma su compromiso con el multilateralismo y refuerza su capacidad de actuación diplomática».
La mayor parte de esas deudas fue acumulada durante la gestión del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), líder de una extrema derecha crítica del llamado «globalismo» y que considera a los organismos internacionales como parte de lo que aún califica como «marxismo cultural».
Esos lineamientos de la política exterior de Bolsonaro fueron totalmente revertidos desde la llegada al poder del progresista Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el poder el 1 de enero de 2023 y desarrolló una intensa agenda diplomática, con el objetivo de que Brasil «regrese al mundo». EFE
