Crudo en máximos anuales, ¿es sostenible este nivel?

El crudo ha dado una de las grandes sorpresas del año. Los augurios más catastrofistas no se han cumplido, el crudo nunca llegó a romper los 40 dólares el barril y los países productores no llegaron a colapsar.

Desde los momentos críticos hasta hoy se han producido avances en la reducción de la producción, pero todavía queda mucho por andar.

Esta semana el crudo West Texas, la referencia del mercado americano, sobrepasó el nivel de los 60 dólares el barril, una hazaña notable dado que a finales de marzo el precio rondaba los 47 dólares. La pregunta que ronda la mente de los inversores es si el nivel actual es sostenible en los próximos meses. El rango de los 60-65 dólares se cita constantemente como el nivel en el que se podría volver a producir un incremento de la oferta de crudo procedente del fracking estadounidense. En principio, las compañías iniciarían de nuevo la producción sólo si ven como sostenible precios del crudo por encima de los 70 dólares el barril, puesto que poner en marcha la extracción para tener que volver a pararla en unos meses sería tremendamente costoso.

Teniendo en cuenta que el mercado sigue con un nivel de sobreoferta muy alto, la tentación de aumentar la producción debería ser valorada con mucho cuidado. Es importante recordar que el nivel de producción de EEUU por sí mismo no será el que determine si el precio del crudo es el correcto. Factores geopolíticos tales como el malestar en Libia y el reparto nuclear iraní repercutirán en el sentimiento del mercado y por tanto en el precio del crudo. En cuanto al nivel de producción, habrá que seguir muy de cerca la actividad de países tan importantes como Rusia y Arabia Saudí, que pueden modificar de manera abrupta los niveles de sobreoferta del mercado.

Arabia Saudí aumentó sus precios de venta del crudo a las refinerías de Europa y de EEUU la semana pasada, mientras que mantuvo constantes los precios en Asia. Arabia ha estado aumentando la producción de crudo como consecuencia de la batalla abierta con otros grandes productores para mantener la cuota de mercado actual. El país quiere mantener la cuota de cara a un previsible recuperación de la demanda en Europa y Asia, lo cual le permitiría aumentar sus volúmenes de venta una vez se recupere la demanda.

Arabia Saudí es muy consciente de los beneficios a largo plazo que le podría reportar la actual debilidad del crudo. Su posición financiera le permite aguantar durante mucho tiempo un crudo barato, mientras espera en la orilla a que los productores menos eficientes vayan desapareciendo del mercado. La disminución de la sobreoferta se produciría de forma natural mientras que Arabia podría incluso incrementar su cuota en alguno de los mercados más estratégicos.

Teniendo esto en mente, es difícil ver un incremento sustancial en el precio del crudo en los próximos meses. Arabia Saudí aprovechará cualquier subida para aumentar su producción de manera que ponga un techo al precio.

Hasta que el nivel de sobreoferta no se reduzca drásticamente, Arabia no cambiará su estrategia de ganar cuota de mercado. El nivel de producción árabe disminuirá una vez se haya limpiado el mercado y los árabes vean un mayor equilibrio entre la oferta y la demanda mundial.

Fuente: Expansión

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