* Crédito columna: Julio Ramírez, Cadep
Con la expectativa de repunte de la actividad económica en el país y con las demás variables económicas estables, las cuentas públicas no muestran signos de cambios estructurales, pero sí algunos hitos importantes que destacar, sobre todo en lo relacionado con la inversión pública.
La ejecución de los ingresos tributarios alcanzó el 45% al cierre del primer semestre, igual que en 2015. Esto significó, sin embargo, un leve incremento de la recaudación de 6,1%que se debió exclusivamente a los impuestos cobrados en el país, ya que las recaudación.
La principal fuente de ingresos tributarios fue el IVA-CIS (Impuesto al Valor Agregado del comercio, la industria y los servicios),que recaudó US$ 540 millones en el primer semestre del presente año,seguido por el IRACIS (Impuesto a la Renta de las Actividades, Comerciales, Industriales y de Servicios)con US$ 339 millones. Estos dos impuestos representaron, así, el 86% del total recaudado.
Por otro lado, los intereses contractuales fueron los gastos operativos con mayor variación entre junio de 2015 y junio de 2016, con un aumento de 35,5%,aunque estos gastos representan apenas el 4,4% del total.
Sin embargo, las remuneraciones, que representan prácticamente la mitad de los gastos aquí analizados, sufrieron una variación ínfima de 0,7%. Las donaciones, que en su mayor parte están constituidas por las transferencias a las municipalidades y gobernaciones, crecieron 14,3%, con una participación de 18,3% en la estructura de los gastos operativos.
La inversión física de la Administración Central tuvo un repunte importante, cercano al 30%.El monto de US$ 295,4 millones anotado en el primer semestre de 2016 y los US$ 228,7 millones registrados en la primera mitad de 2015 representan las inversiones semestrales más relevantes en el quinquenio 2012-2016.
Con este ritmo de crecimiento, se espera que la ejecución presupuestaria de las inversiones supere en 2016 la alcanzada en 2015, que fue del 56,4% y llegó a US$ 722,7 millones.
Las perspectivas para el segundo semestre del año 2016son alentadoras en el sentido de que un mejor desempeño de la economía podría impactar positivamente en las recaudaciones. Paralelamente se puede observar que los recursos provenientes de los bonos soberanos y de otras fuentes del endeudamiento público comienzan a tener efecto en el circuito de las inversiones públicas, lo cual resulta auspicioso por su efecto multiplicador en los distintos sectores económicos.
Se mantienela perspectiva de que las finanzas públicas cierren el año 2016 con un déficit del 1,5% del PIB, una meta posible ante la ausencia de previsiones de shocks externos o internos en el corto plazo.