Asunción, 27 mar (EFE).- El ministro de Salud Pública paraguayo, Julio Mazzoleni, se mostró este viernes partidario de extender las medidas de aislamiento social decretadas por el Gobierno como medio de contener una expansión del COVID-19, que ha dejado tres muertos y 52 contagiados en Paraguay.
La restricción a la circulación de personas y vehículos durante las 24 horas del día, que tiene como excepción los servicios básicos, finaliza la noche de este sábado, tras una semana en vigor.
Al respecto, Mazzoleni dijo en una teleconferencia de prensa que recomendará al presidente del país, Mario Abdo Benítez, mantener esas restricciones ante la cercanía de la Semana Santa.
«No es prudente la movilización de la gente en Semana Santa. Mi recomendación al presidente de la República será que no haya movilización, que se mantenga el distanciamiento social», dijo el ministro en esa intervención.
Mazzoleni dijo también estar de acuerdo con un aislamiento para la franja de edad de adultos mayores y con patologías para después del 12 de abril, la fecha límite de la cuarentena dictada por el Gobierno, que incluye la suspensión de actos masivos, como el fútbol, o la actividad estudiantil y docente.
AISLAMIENTO PARA QUE NO COLAPSE SISTEMA DE SALUD
El ministro dijo sentirse satisfecho por los resultados de las medidas de aislamiento, que los paraguayos han bautizado como «toque de queda», admitiendo que su aplicación se debe a las carencias del sistema de salud público, sin infraestructura ni personal de blanco suficiente para abordar una gran expansión del coronavirus.
«Tenemos un sistema de salud que se satura con facilidad», dijo el ministro, que señaló además que esa red viene de sostener una epidemia de dengue, que hoy Mazzoleni dio por finalizada, tras causar 53 muertos.
El ministro explicó que la cartera sanitaria cuenta con unas 300 camas para atender a los afectados, si bien habló de un ejercicio de «reingeniería» para aumentar esa logística.
El Gobierno ya comenzó esta semana las obras para dos hospitales de contingencia que amplíen esa cobertura y que se espera se levanten en un mes.
También esta semana, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), con sede en el Gran Asunción, ofreció su Centro de Convenciones al Gobierno ante la emergencia sanitaria.
COSTE SOCIAL
Mazzoleni admitió el coste social que provoca ese aislamiento, que afecta principalmente al conjunto del trabajo informal, alrededor del 70% de la fuerza laboral.
Abdo Benítez promulgó este jueves una ley de emergencia para hacer frente al impacto económico del coronavirus, con la petición de una línea de crédito de hasta 1.600 millones de dólares, que elevaría la deuda pública paraguaya al 27 % de su producto interno bruto.
Desde la izquierda paraguaya han criticado que el plan mantenga la actual estructura tributaria y aseguran que no tendrá efecto sobre los sectores más vulnerables. EFE