Ciudad de Panamá, 17 mar (EFE). – Latinoamérica requiere más y mejor democracia y reformas estructurales que habiliten un crecimiento económico «desde adentro», con tasas de al menos 3 o 4 % anual para paliar «realmente» la pobreza, afirmó el presidente del banco de desarrollo de América Latina-CAF, Sergio Díaz-Granados.
En una entrevista con EFE en la capital panameña, el presidente del multilateral fundado en 1968 señaló que más allá del «triple choque» que ha representado la covid, el actual desmontaje de estímulos fiscales y la invasión rusa a Ucrania, la economía latinoamericana tiene demasiado tiempo dependiendo de las materias primas, cuya suerte se define fuera de la región.
Es en ese contexto que este año 2023, América Latina tendrá «un crecimiento económico tan bajo como hace 20 años, tras una década de crecimiento tan bajo en promedio como la década de 1980».
«Cuando uno ve una crisis económica y necesidad de mayor crecimiento endógeno en América Latina esto significa reformas, hay que hacer más reformas», destacó.
Y esta situación tiene lugar además «en un ambiente donde hay una gran desconfianza en las instituciones democráticas».
«El gran desafío de la región es entender este triple choque que estamos sufriendo, entender que se requiere más y mejor democracia y empujar reformas que habiliten nuevamente el crecimiento de la región desde adentro, que eleven su potencial, para que vuelva a tener tasas de crecimiento por encima del 3 – 4%, que es lo que nos ayuda realmente a paliar la pobreza», aseveró Díaz-Granados.
América Latina crecerá apenas un 1,3% en el 2023, por debajo del 3,4% del 2022, según las cifras más actuales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que ha situado la pobreza en un 32% en la región, es decir, 201 millones de personas.
«La región necesita ahora más que nunca una discusión de cómo valorar su sistema democrático, mejorarlo, mejorar la discusión sobre reformas y aspirar a un crecimiento propio, que pueda generar suficiente valor como para generar empleo y esperanza a la gente», afirmó Díaz-Granados.
En este objetivo CAF ve «al sector privado con un rol central» porque el desarrollo «no solo va a pasar de la mano del Estado».
«Nos interesa en todos los países un sector privado activo, porque además es expresión misma de las libertades consagradas en una democracia», dijo el presidente del multilateral.
REACTIVACIÓN ECONÓMICA Y COMBATE AL CAMBIO CLIMÁTICO, EJES DE CAF
CAF, conformado por 18 países de América Latina y el Caribe, España, Portugal y 13 bancos privados latinoamericanos, «busca acompañar a sus socios para que alcancen las metas que se han propuesto, particularmente las de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a 2030».
Los ODS incluyen poner fin a la pobreza, lograr la seguridad alimentaria, garantizar una educación inclusiva, lograr la igualdad de género y garantizar el acceso al agua, entre otros.
«La Agenda 2030 es muy compleja. América Latina y el Caribe tiene avances y tiene pendientes importantes. En casi dos tercios de los ODS estamos todavía lejos de alcanzar la meta en el 2030», afirmó Díaz-Granados.
Es así que «toda la acción de CAF está enfocada en acompañar a los Gobiernos en dos grandes ejes: preparar a los países nuestros en adaptación y mitigación al cambio climático, y ayudar a los países en la recuperación postpandemia en materia económica y social para recuperar los ritmos de crecimiento», precisó.
IGUALDAD DE GÉNERO Y CRECIMIENTO
La reactivación económica y social en América Latina «no puede ser posible si no es con igualdad de género», dijo el presidente de CAF, que resaltó que la brecha entre hombres y mujeres «hoy, en el siglo XXI, es uno de los lastres y de los pesos muertos que tiene la región para su crecimiento económico».
«Cuando uno mira el tema del mercado laboral, uno observa una terquedad permanente segregando a la mujer frente al hombre: la mujer participa en un 50% de la población económicamente activa mientras que el hombre en un 75%. Tiene que haber una acción mucho más contundente en materia de igualdad de género», afirmó.
Es por ello que en CAF se trabaja para que «todas sus operaciones de crédito tengan siempre un componente de género, porque lo pueden tener, para facilitar la búsqueda de esa igualdad».
Y las dimensiones que trabaja en ese sentido el multilateral son «la autonomía económica, es decir, que las mujeres tengan igualdad, y no se les pague 30 % menos que a los hombres, como sucede hoy»; una «autonomía física, que está asociada con los temas de violencia de todo tipo»; y una «autonomía jurídica o el goce efectivo de los derechos». EFE