En la foto: Alberto Fernández, presidente de Argentina y Luis Arce, presidente de Bolivia
La Paz, 1 jun (EFE). – Los presidentes de Bolivia, Luis Arce, y de Argentina, Alberto Fernández, inauguraron este jueves el sistema internacional de interconexión eléctrica «Juana Azurduy de Padilla», con una inversión de unos 52 millones de dólares y que beneficiará a las poblaciones de la frontera entre ambos países.
En la localidad de Yacuiba, en el departamento de Tarija (sur), Arce y Fernández sostuvieron primero una reunión bilateral a puerta cerrada con la participación de los cancilleres, el boliviano Rogelio Mayta y el argentino Santiago Cafiero, y demás autoridades de ambos países.
Posteriormente, en medio de un ambiente festivo con música, bailes y la asistencia, además, de organizaciones sociales afines al Gobierno de Arce y pobladores bolivianos y argentinos, los presidentes dieron un corto discurso cargado de elogios el uno por el otro.
El presidente Fernández agradeció a su «amigo Lucho» por «el enorme trabajo que ha hecho» Bolivia «en favor de la Argentina».
«Los dos compartimos las miradas de poner igualdad y justicia en nuestros pueblos, de preservar y respetar el estado de derecho, de proclamar la unidad de las fuerzas populares y de construir una América Latina que se integre, una Suramérica que se integre», afirmó.
Fernández mencionó que «el norte argentino ha sido un lugar históricamente postergado» y que la falta de energía en esa zona de su país se cubrirá con la que producirá «en su favor» el sur boliviano.
También recordó que Bolivia siempre le ha dado gas a Argentina pese a que «a veces están en deuda los argentinos», pero como «hermanos» han logrado acuerdos para que «los pueblos no se detengan».
Por su parte, el presidente de Bolivia dijo que este día es un «hito» para la integración y la cooperación y para renovar la «hermandad y la amistad» entre los dos países.
«Somos dos pueblos hermanos cada uno peleando por mejorar la vida de nuestros pueblos, pero hay cosas que mejor las podemos hacer caminando juntos y esto (el proyecto) es una prueba de ello», añadió Arce.
Arce y Fernández también se refirieron a la reciente cumbre de presidentes de la región en Brasil en la que se dio un nuevo impulso a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y destacaron su compromiso para «no dejar morir» este bloque regional.
El ministro de Hidrocarburos y de Energías de Bolivia, Franklin Molina, explicó que la inversión fue de 365,9 millones de bolivianos (unos 52 millones de dólares) y que el proyecto no afectará «la confiabilidad y la calidad del suministro del lado boliviano permitiendo la generación de recursos económicos» para Bolivia.
La línea de transmisión tiene más de 120,5 kilómetros (KM) de extensión y comprende la construcción de dos subestaciones, una en Yaguacua, localidad de la región del Chaco boliviano (46,49 KM), y la otra en Tartagal, ciudad del norte argentino en la provincia de Salta (73,88 KM).
En marzo pasado, Bolivia comenzó a exportar electricidad a Argentina a través de esta línea de transmisión con una inyección inicial de 60 megavatios (MW), que tras su puesta en marcha total generará unos 132 kilovoltios (KV). EFE