Un análisis fundamentado de los mercados bursátiles: EEUU vs mundo

Por Augusto Fabrini, analista.

Los mercados globales entraron en una corrección severa, señalando el inicio de un nuevo ciclo de ajustes, esta vez con epicentro en EE.UU. y repercusiones globales.

El S&P 500, desde su pico de 5.896 puntos en 2024, acumula una caída del 14,15%, cotizando actualmente en 5.062. El Nasdaq desde su último pico en febrero entró oficialmente en mercado bajista (caída superior al 20%) y el Dow Jones retrocedió cerca del 10% en la última semana.

El detonante fue el anuncio de Donald Trump, el 2 de abril de 2025 — tarifas del 34% sobre productos chinos y 20% sobre los europeos — pero los fundamentos de esta crisis se remontan a desequilibrios iniciados hace mucho tiempo y que ya en 2019-2020 mostraban señales de agotamiento que fueron distorsionadas, postergadas y agravadas por los estímulos pandémicos. Otro punto de presión fue añadido a la economía con las políticas de recortes adoptadas por el DOGE liderado por Elon Musk.

Este artículo analiza el escenario general y ofrece una visión estratégica para el empresariado paraguayo frente a un tipo de cambio presionado, con el dólar superando los G. 8.000.

El origen: disturbios iniciados en 2019-2020

El año 2019 marcó una valorización significativa en los mercados: el S&P 500 subió un 28,88% (Trading Economics), sostenido por tasas de interés del Federal Reserve (FED) entre 1,5% y 1,75%.

Sin embargo, la inversión de la curva de rendimientos entre bonos del tesoro a 2 y 10 años, un predictor de recesión con 91% de acierto desde 1950, ya señalaba una corrección inminente. Ese ajuste natural fue interrumpido en 2020 por las políticas adoptadas durante el COVID-19, cuando el FED inyectó US$ 6 billones en su economía, redujo las tasas a 0%-0,25% y financió paquetes fiscales expansivos, aumentando aún más las distorsiones del mercado existentes.

Las señales de agotamiento del actual sistema financiero mundial ya eran evidentes en la crisis del 2008 — aquella solucionada soltando las últimas amarras regulatorias y migrando a un sistema financiero mundial sin respaldo y basado en deuda — los límites de estas distorsiones comenzaron a mostrarse en 2019, pero fueron temporalmente enmascarados por la liquidez generada por los estímulos pandémicos. Eso infló los valuations (con el CAPE ratio — indicador de valuación que compara el precio de las acciones con los beneficios promedios de los últimos 10 años ajustados por inflación — alcanzando 36, más del doble del promedio histórico de 17) y elevó la deuda corporativa estadounidense a US$ 12 billones.

Ahora, aproximadamente 5 años después, TODAS esas señales de ajuste llegaron y fueron amplificadas por el posicionamiento económico del presidente Trump y su equipo económico.

El ajuste: Milkshake del dólar, proteccionismo y DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental)

La Teoría del Milkshake del Dólar, concebida por Brent Johnson en 2016, explica la dinámica actual: EEUU, con tasas del 4,25%-4,5%, y activos seguros como los treasuries, absorben la liquidez global, drenando capitales de los mercados emergentes.

Ese efecto se amplifica por tres factores en 2025:

  • Tarifas de Trump: Desde el 2 de abril, aranceles del 34% sobre productos chinos y 20% sobre los europeos (Edward Jones, 05/04) elevaron el VIX a 40 (Schwab, 04/04), con el S&P 500 retrocediendo más de 1.000 puntos desde febrero (Aprox. 18%).
  • Inflación estructural: El PCE (Personal consumption expenditures) de febrero subió un 2,8% (Edward Jones, 04/04), y estas tarifas podrían empujar la inflación al 4% (U.S. Bank, 01/04), replicando los estímulos de 2020 que represaron los ajustes post-2008.
  • Musk y el equipo económico del gobierno de Trump: Con visión liberal, expresada en el plan DOGE con una meta de recortes en el gobierno del orden de US$ 1 billón, se reduce el rol del Estado en un momento en que el sector privado se volvió dependiente de ese dinero para sostener márgenes inflados. Este retiro abrupto del apoyo acelera el proceso de corrección.
  • Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE.UU., refuerza: “El mercado necesita este ajuste” (Bloomberg, 12/03). Todo esto, sumado a un sistema financiero actual sin frenos desde 2008, muestra señales de agotamiento.

Tres escenarios para los mercados y el rol de los Treasuries

El S&P 500, en 5.062 (-14,15%), enfrenta un ajuste cuya magnitud depende de variables macroeconómicas. Tres escenarios se destacan:

🔴 Escenario 1: Aterrizaje duro proteccionista

Una guerra comercial total con represalia china del 34% (Reuters, 25/03) empujaría aún más al S&P 500 hacia abajo y nadie sabe con certeza cuál sería el fondo, debido al tamaño de las distorsiones causadas por los bancos centrales en el mundo y, principalmente, por el FED.

El PIB estadounidense podría caer un 1,5% (Morgan Stanley, 10/03). Este escenario resolvería el problema de demanda de los US$ 9 billones en treasuries que vencen en 2025 y que EE.UU. posee. La crisis atraería un flujo global de dólares, financiando el déficit y sosteniendo el DXY por encima de los 100 puntos, presionando monedas en todo el mundo.

🟠 Escenario 2: Estancamiento con alivio monetario

Un recorte de 50 bps por parte del FED (Hoover, 02/04) y un PIB del 1% (BMO, 10/03) traerían menos presión al S&P 500, que tendría una tendencia bajista menor que en el escenario anterior, pero aún sufriría los efectos de los desequilibrios no resueltos que ya aparecían en 2019-2020.

🟢 Escenario 3: Normalización gradual

La reversión parcial de tarifas y una política monetaria más dovish — Gobierno estadounidense ignorando los déficits y volviendo a “estimular la economía” — permitirían al S&P 500 recuperarse e incluso superar sus máximos históricos, siempre que las distorsiones anteriores sean absorbidas por nuevas emisiones.

Este tercer escenario es más improbable, ya que esta postura del gobierno estadounidense ha hecho que muchos países alrededor del mundo se pregunten si el dólar debería seguir siendo la “moneda de cuenta mundial”.

Yo veo que Trump y su equipo económico conocen bien la ventaja competitiva que eso le da a Estados Unidos y parece estar dispuesto a todo, incluso llevar al mundo a una recesión para reducir el déficit estadounidense y sacar de la cabeza de los demás líderes mundiales esa idea.

Repercusiones en Paraguay: tipo de cambio, reservas y estrategia empresarial

El guaraní se depreció más del 11% desde 2024 (USD/PYG de 7.100 en ene/24 a casi 8.000 actualmente), forzando al Banco Central del Paraguay (BCP) a utilizar US$ 1.277 millones en reservas, con ventas diarias de hasta US$ 15 millones desde el 27/03.

La sequía en los ríos elevó los costos logísticos en un 40%, pero el dólar alto favorece las exportaciones de soja y carne. Para el empresariado paraguayo, esta es una crisis, sí — pero también una gran oportunidad —. El tipo de cambio presionado puede beneficiar a quienes actúan con astucia y estrategia.

Mis recomendaciones son:

  • Cobertura cambiaria internacional: Las empresas deben utilizar las herramientas financieras disponibles para mitigar la volatilidad del guaraní, aprovechando el “río de dólares” que financia los treasuries estadounidenses.
  • Activos locales resilientes: Fondos de la Bolsa de Asunción (+25,5% en 2024, 19/03) y cooperativas agrícolas (8% a.a.) pueden ser una alternativa segura ante la demanda externa elevada por la guerra tarifaria de EEUU que abre espacio para nuevas líneas comerciales.
  • Gestión activa: La asignación dinámica entre activos globales y domésticos contrarrestando los riesgos sistémicos de Paraguay, del mundo y del posible ajuste post-2008/2020.

Conclusión 

La crisis bursátil de 2025 es el desborde de desequilibrios gestados en 2019, contenidos por los US$ 6 billones del FED en 2020 y detonados por tarifas, DOGE y Musk. Scott Bessent tiene razón: “El mercado necesita este ajuste” en busca de mayor eficiencia en las cadenas comerciales e industriales del mundo. Los US$ 9 billones en Treasuries por vencer refuerzan el Milkshake del Dólar, y una crisis canalizaría una gran liquidez hacia EEUU mientras el S&P 500 puede probar pisos que ningún analista podría prever con precisión.

Para el empresariado paraguayo, la respuesta es técnica: cobertura global, activos locales y gestión activa mientras se posiciona para captar parte de ese ajuste en la eficiencia de las cadenas comerciales e industriales del mundo. Paraguay, con su sistema tributario liviano y la facilidad para crear negocios, está atrayendo la atención del mundo en un momento crucial.

El BCP posee reservas para aguantar, pero el futuro depende del FED y de hasta dónde llegará el proteccionismo estadounidense. El mundo ajusta sus distorsiones con dolor, pero es justamente en ese proceso donde surgen ganancias en eficiencia, productividad, innovación y reasignación de capital.

Al final de este ajuste, las cadenas productivas globales podrán operar con menos desperdicio y mayor valor agregado, y países como Paraguay, con estructuras fiscales livianas y posicionamiento estratégico, tienen una oportunidad única de capturar una parte significativa de esta nueva eficiencia global.

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